Hotel Riviera

Desde su esplendida inauguración, el 10 de diciembre de 1957, el Hotel Habana Riviera se convierte en el recinto hotelero que simboliza a La Habana.
Para muchos, el hotel de la mafia en Cuba. Los más de ocho millones de dólares estadounidenses que requirió su edificación provinieron de la mafia siciliana, que hizo uno de los hoteles más caros, y el más lujoso de los diez casinos de juegos existentes en la capital cubana.
Desde su apertura, Meyer Lansky se instaló en la suite presidencial del piso 20 como su puesto de mando, e hizo de este hotel el cuartel general en La Habana. Quería los mejores artistas de la época, los mayores espectáculos, el lujo de los decorados, y la adquisición de obras de arte para sus interiores.
Hay un símbolo que se repite con marcada insistencia, grabado en las losas del piso del segundo lobby. Es el emblema de la familia Genovesse: tres tarros de diferentes colores unidos por su base. El azul representa el poder del cielo; el verde, el poder del dinero; el rojo, el poder de la sangre.
Una vista área de la piscina permite apreciar la forma de ataúd con la que está diseñada. Hay un momento determinado del día en que se puede percibir una cruz en sombras por la incidencia de la luz solar.
La cúpula del antiguo casino igual está revestida con cerámicas verdes y azules. Su acústica fue diseñada para que el sonido de las fichas y las máquinas tragamonedas se expandiese por el hotel, con el objetivo de seducir a otros huéspedes, pues en sus primeros cuatro meses el casino llegó a recaudar tres millones de dólares.
El cabaret Copa Room abrió sus puertas con una revista musical presentada por Ginger Rogers, bajo la dirección de Jack Cole. Apenas unos días después se hacía presente Jean Fenn, soprano de la Metropolitan Operan House, además del galán William Holden, Jean Stewart, la diva Jean Fenn, Nat King Cole y Ava Gardner y los comediantes Abbot y Maurice Costello. También se hospedaron los campeones mundiales de boxeo Joe Louis, Rocky Marciano y el gánster del cine negro estadounidense George Raft.
En el Riviera se refugió Santo Trafficante, otro de los jefes de la mafia en Cuba y propietario del mítico cabaret Sans Souci y del Hotel Deauville, cuando, avanzado ya el año de 1959, se hacía inminente su expulsión de Cuba.
El Primero de Enero de 1959, Lamsky voló hacia Las Bahamas, tras la huida del dictador Fulgencio Batista, y con él se marchó el sueño del mayor centro de operaciones de la mafia en el Caribe.
El hotel Riviera tiene todas las habitaciones con vistas al océano Atlántico, y está ubicado en calle Paseo, El Vedado, frente al Malecón habanero. Con un servicio cuatro estrellas, 20 pisos y 352 habitaciones a su disposición.