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Segundo día de Arco Madrid. Tras la inauguración oficial de la Feria de Arte Contemporáneo más importante de España, nos dirigimos al stand de la galería cubana Acacia, en la sección comisariada Diálogos, donde exponen Marta María Pérez (La Habana, 1959) y Liset Castillo (Camagüey, 1974).
Hace menos de treinta horas que abrió sus puertas Arco y ya hay dos museos que han adquirido algunas de las fotografías de Marta María. Nos lo confirma Clarisa Crive, especialista en mercado de arte, quien nos adentra en este diálogo pictórico entre la obra de las dos cubanas.
¿Quiénes protagonizan este Diálogo?
Es un diálogo entre dos artistas de dos generaciones diferentes, dos artistas emigrantes que dejaron Cuba en momentos diferentes y que de manera diferente han logrado alguna presencia internacional. Está Marta María, de la generación del los ochenta-noventa, y Liset Castillo, que se graduó en el año 2000. Y son dos propuestas que, aunque parecen distantes, convergen.
Las dos son artistas en la nómina de la galería, con una carrera sostenida. Y las dos han participado en importantes exposiciones y están en museos como el Reina Sofía de Madrid y colecciones muy importantes.
¿Viven en Cuba actualmente?
No. Y ese es otro punto que las hace «Diálogo». Ahora mismo viven en Ciudad de México (Marta María) y en Amsterdam (Liset). Esto les hace tener un discurso bastante universal, con un punto de contacto que aterriza en La Habana.
 
¿Qué podemos ver de ellas aquí en Madrid?
Marta María viene con su última serie en plata gelatina de los años noventa, que tiene que ver con los rituales de la religión afrocubana o Regla de Ocha. Y también trae la serie Para concebir, que es anterior, y que acabamos de vender a un museo importantísimo de América Latina.
Tenía que pasar así, porque Marta María ya no es una fotógrafa cubana, es una fotógrafa del mundo y también un emblema de la fotografía latinoamericana contemporánea. Y ahora va para un museo, como deber ser. Es un mérito a su labor, pues en el año 1997 obtuvo el premio de adquisición de la feria Arco. Venía con una galería española… Ahora dos fundaciones están adquiriendo sus fotos.

¿Nos puede confirmar el nombre de estas instituciones?
Van para el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires-Malba y para una fundación de arte latinoamericano de París. Así que estamos muy contentos.
 
¿Y las «bolsas de arena» de Liset Castillo?
La acogida ha sido muy grande. La obra de Liset Castillo también ha tenido mucha repercusión, sobre todo en prensa. Ha llamado mucho la atención cómo la artista trabaja, se apropia de bolsas icónicas del mundo de la fashion que tienen que ver con el empoderamiento femenino, algo tan importante en nuestro tiempo y en todos los tiempos.
Con ellas habla de lo efímero, de que en un mundo tan cambiante nada es para siempre. El mundo siempre es cambiante, y nosotros los seres humanos vivimos en una etapa y creemos que nuestra etapa es diferente a las otras. Y todas las etapas tienen diferentes caminos. Liset habla de eso, de la vida, de reflexionar ante ese mundo en que consumimos y nos olvidamos de que nuestro paso es efímero.
Esa reflexión es importante. Y más por el hecho de que estas bolsas están hechas con arena, un material tan ilusorio, tan volátil. Quién de niño no se sentó a la orilla de una playa e hizo castillos de arena, hay hasta frases que hablan de eso.
 
La serie se llama El triunfo de la labor.
Si. Es un trabajo minucioso, artesanal, que ha llevado la artista a crear estos hermosos bolsos. Liset ha dado una categoría de arte, ha llevado a la vitrina del museo estas bolsas icónicas, sin criticar la moda, para hacer reflexionar. En este aspecto, cualquier cosa, cualquier punto puede ser interesante para ella. 

 

La Galería Acacia se fundó en 1981, en La Habana, y por más de treinta años su historia ha sido parte de la historia del arte cubano. Desde sus inicios promueve nuevas formas de diálogo entre la tradición y la contemporaneidad, entre las expresiones de las vanguardias cubanas y las prácticas emergentes de la Isla.