El museo dedicado a este artista, una mansión del pasado siglo en pleno corazón de La Habana, acoge el más completo conjunto expositivo y documental dedicado al gran maestro de la plástica cubana contemporánea

La céntrica y elegante avenida Paseo, en el barrio del Vedado de la capital cubana, famosa por sus hermosas residencias, es sede de este museo singular que atesora la obra de Servando Cabrera Moreno (La Habana, 1923-1981), en un verdadero memorial dedicado a este artista prematuramente desaparecido.

La muestra incluye una amplia colección de sus pinturas y dibujos, y también recrea en sus espacios el hábitat íntimo de Servando, con retratos de familiares y amigos, finos muebles y porcelanas de época, recuerdos de viaje, y otros objetos, todo en una atmósfera de acendrada cubanía.

Elementos pertenecientes al estudio del pintor, una pequeña galería de obras de otros artistas cubanos que le fueron dedicadas, y un notable conjunto de arte popular y decorativo de Cuba y de otros países, resultado de sus numerosas andanzas por el mundo, atestigua la riqueza de este museo.

Como ha afirmado la ensayista y crítico cubana Graziella Pogolotti, Servando Cabrera Moreno es una figura aislada en la plástica cubana difícil de encajar en los esquemas preestablecidos de generaciones y escuelas, que anduvo entre ellas como un paseante solitario, atento únicamente a las exigencias de su conciencia de artista.

Por eso, quienes recorran detenidamente las salas de este museo podrán apreciar la justeza de este juicio, pues en los dibujos y pinturas que se exhiben están las claves para comprender y disfrutar su creación plástica —academia, abstraccionismo, expresionismo— que aparece organizada temática y estructuralmente en: Dibujos; Servando en Tres Tiempos; Presagios; Arte Erótico (1974-1979) y Arte Erótico, 1981.

Allí están sus finos dibujos de delicados rostros femeninos, de vigorosos campesinos y milicianos cubanos, torsos y cuerpos desnudos que se entrelazan y se confunden a veces, como formas vegetales, y los magníficos conjuntos de pintura erótica, en telas de grandes volúmenes, cargadas de luz, color e intensa sensualidad.

Rodeado de plantas y árboles, el palacete, que ha sido cuidadosamente restaurado y dotado de las más novedosas técnicas museográficas, cuenta además con biblioteca y archivo especializados en arte y en la vida y obra del artista; el Jardín de las Esculturas, donde se exponen piezas de importantes escultores cubanos, y tiene como fondo un gran mural de Marta Arjona, la destacada ceramista y museógrafa cubana, recientemente fallecida.

Dedicado a conservar y reafirmar la memoria artística del país, el Museo Servando Cabrera Moreno es un nuevo espacio que enriquece la vida espiritual de los nacidos en esta Isla, y lo será también para aquellos visitantes de otras latitudes que se acerquen a conocer el legado cultural que atesora la capital de todos los cubanos.