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330 km/h y aceleración de 0 a 100 en 3,8 segundos.

En el mundo de la competición, ha obtenido resultados importantes. Cabe destacar que en 1957 una gloria del automovilismo, Juan Manuel Fangio, consiguió su quinto título mundial pilotando un Maserati 250 F en la categoría de Fórmula 1. Pero ya hacía mucho tiempo que la marca del tridente no se sentía y sus fan seguían a la espera de otro resultado importante.

El momento llegó en la pasada temporada de Gran Turismo, donde no solo ganó el campeonato sino que duplicó la puntuación de su más cercano perseguidor (Ferrari) y dejó a la saga a Corvette, un modelo de la marca estadounidense Chevrolet, ambos fabricantes ganadores en años anteriores. El MC12 – nombre del modelo que identifica al actual campeón- se presentó con un poderoso propulsor de 12 cilindros en V y seis litros de cilindrada, que se traducen en 630 CV de potencia y un par motor de 652 Nm. Toda esta caballería se trasmite hacia el tren trasero a través de una caja de velocidades electrónica de seis combinaciones con mandos al volante y sin pedal de embrague.

Las prestaciones le ponen los pelos de punta hasta a los más entendidos en la materia, al desarrollar una velocidad punta de 330 Km/h y una aceleración de 0 a 100 Km/h en solo 3.8 segundos. Además, impresiona su espectacular frenada, que garantizan sus discos delanteros de 380 mm de diámetro con pinzas de seis pistones y traseros de 335 mm con pinzas de cuatro pistones, equipados todos con sistema antibloqueo (ABS).

Maserati ofrece, además, versiones del MC 12 autorizadas a circular por calles y autopistas, que son casi idénticas a los utilizados en carreras GT, no sólo en su línea exterior, sino también en el aspecto técnico.