Triumph Uno De Los Íconos Ingleses De Dos Ruedas
¿Y qué sabemos hoy de esta marca inglesa que tanto admiramos en Cuba? Pues a fines del siglo XIX, el ingeniero Mauritz Shutte, un alemán nacionalizado en Gran Bretaña, trabajaba como supervisor en la fábrica de bicicletas británicas Triumph. La «ola» de motorización llegó a Inglaterra prácticamente con el nuevo siglo y Shutte se «montó» en ella.
Así, en el año 1902, Mauritz Shutte se aventura a colocar pequeños motores en las bicicletas y de esta manera «salen a rodar las primeras motocicletas Triumph». Eran vehículos muy elementales, con más de bicicleta que de motocicleta, pero ya estaba «roto el hielo» y el pedaleo fue poco a poco sustituido por la aceleración del primitivo motorcito.
Transmisión por poleas y correas de cuero dan una idea de aquellos inicios inciertos de las motocicletas Triumph, pero en los que se impuso ese irremediable tesón que impulsa la modernidad. La pequeña fábrica de bicicletas Triumph se fue transformando en una gran factoría de motocicletas por obra y gracia de los novedosos modelos que conseguía hacer Mauritz Shutte. En 1905 construyó una moto de 300 cc, con un solo cilindro, que le dio fama y poder económico. Dos años después, en 1907, las motocicletas Triumph traían cloche en todos sus modelos de 450 cc. El desarrollo que Shutte imprimió a su fábrica resultó imparable. Las instalaciones crecían rápidamente y los pedidos se multiplicaban. En 1909, Triumph tiene en el mercado 3 000 motocicletas, cifra que ningún fabricante británico había logrado aún.
Las motocicletas Triumph ya tienen mayor potencia y disponen de motores de 500 y 550 cc, con un solo cilindro. La producción no se detiene y en el año 1913, ya incorporan las primeras cajas de velocidades de tres marchas. El avance es a pasos agigantados.
Ante la Primera Guerra Mundial, el Ejército inglés encarga motocicletas a Triumph. Entre 1914 y 1918 (años que duró la Guerra), la fábrica se ve obligada a multiplicar su producción y consigue sacar unas 300 000 unidades del modelo H, que trae un motor mono cilíndrico de 550 cc. Estos compromisos cumplidos con el Ministerio de Guerra británico, le permiten a las fábricas Triumph contratos importantes también durante la Segunda Guerra Mundial (1939/1945).
Pero las motos Triumph consiguen su mayor esplendor en la primera mitad de la década del 50, cuando salen sus motocicletas ¨triunfadoras¨, los modelos que se hicieron populares y, a la vez, ganadores de muchas competencias. Se trata de los motores twin, de doble cilindros (bi- cilíndricos), con 350, 500 y 650 cc. Y la más famosa, por supuesto, el Tigre 100 con su motor twin de 500 cc. Por esa época llegan a Cuba las primeras Triumph. Las trajo la Agencia Cubana de Autos Ingleses, que importaba automóviles británicos de las marcas Hilman y Sumbean.
Esta agencia tenía su instalación principal en La Habana, justamente en la concurrida esquina que forman las calles 23 y 26, del Vedado. Precisamente en esos locales se abrió la primera agencia de motocicletas tras el triunfo de la Revolución, donde se vendieron las primeras MZ y muchas otras del antiguo Campo Socialista.
Hoy día el Club de Motos Clásicas Inglesas conserva varios Triumph de aquella década prodigiosa del motociclismo cubano. Entre ellas la de su presidente Lázaro William González.
Y de Gran Bretaña nos llegan noticias de que las motocicletas Triumph se siguen fabricando, con tecnología avanzada, y que compiten en el mercado actual de las dos ruedas con motos japoneses e italianas. Ahora hay un nuevo modelo de Triumph que goza de gran popularidad, se trata del Trident (Tridente), cuyo motor es de tres cilindros.
Pero eso será tema de otro trabajo…