Ha pasado ya un año desde que la empresa Aguas de La Habana comenzara a utilizar vehículos eléctricos en los trabajos de mantenimiento de las redes hidráulicas de la capital cubana. En este tiempo, los 22 Nissan e-NV200 adquiridos a través de Domingo Alonso Internacional S.L. han recorrido más de 180 000 km sin consumir gasolina ni diesel.

«Una flota diesel para igual labor habría necesitado 15 000 L de combustible y habría emitido 30,6 t de carbono a la atmósfera», refiere Lázaro Torres Laurenti, director de mecanización de la entidad abastecedora.

La elección de estos Nissan no fue una tarea sencilla, pero han demostrado ser la opción adecuada. «La disponibilidad técnica en este periodo se ha comportado muy próxima al 100%, con un mínimo de fallas y casi nulos los gastos de taller, lo que repercute e impacta positivamente en el nivel de servicio a la población, a la solución de averías en las redes, sin importar la ausencia de combustible en los servicentros».

 En pocas palabras, dice, se trata de una flota capaz de mantener la vitalidad de este importante servicio, a la vez que contribuye al medio ambiente y a la economía.

Otro tanto lo aporta el factor humano. Y es que, según Laurenti, la población de La Habana y los trabajadores de la Empresa han aceptado de muy buen grado el cambio de tecnología.

«Conducir un vehículo sin ruido, con una marcha suave, sin tener que hacer fila para reportar combustible es una experiencia que valoran mucho los trabajadores. La ausencia de humo y calor hacen que pasado un año de trabajo, los conductores no quieran retornar a un equipo de combustión».

En tanto, la población «a menudo se acerca a nuestros trabajadores para conocer detalles de estos vehículos. Les resulta atractivo e interesante que, en la actual situación energética, un vehículo pueda recorrer más de 200 km y cubrir cuatro jornadas de trabajo antes de recargar nuevamente sus baterías. “Todos deberían ser así”, se les escucha decir cada vez que hablan del tema».

Excelencias del Motor, complacida con sus premiados Verde, indaga sobre futuros proyectos en el uso de formas renovables de energía y no contaminantes. A lo que el directivo tiene mucho que contestar.

«Para Aguas de La Habana se ha constituido en política fomentar el empleo de nuevas tecnologías, especialmente a partir de energías renovables como puede ser la energía fotovoltaica para la recarga de vehículos, para el bombeo de agua y para la climatización», explica.

Recientemente, como parte del proyecto inicial con vehículos eléctricos, se introdujo el empleo de martillos rompedores eléctricos que se alimentan directamente del coche, en sustitución al tradicional compresor de aire cuyo costo de operación y mantenimiento es elevado. De esa forma, combustible, lubricantes, neumáticos, baterías y repuestos son elementos que ya no estarán presentes en las labores donde se empleen martillos demoledores de obras públicas.

Además, se continuará la sustitución gradual del parque vehicular por variantes 100% eléctricas, una tendencia que se extenderá a otras empresas del país como Etecsa, Transtur, CEDAI, Bucanero S.A. y CubaRon, adelanta.

Un importante papel en este despegue hacia formas de movilidad eléctrica de gran relevancia para el país en la situación actual hay que agradecerlo a CANARAGUA S.A. socio tecnológico de Aguas de La Habana en Canarias, CES. Co Ltd. proveedor de martillo eléctrico y convertidor, así como a especialistas del MINEN, MITRANS, MINDUS, INRH, CITMA y CUJAE, con el apoyo y guía de importantes personalidades del Gobierno cubano, agrega Laurenti.

Por lo que, ya al final de nuestra entrevista, solo queda una pregunta: ¿Ha resultado una inversión acertada?

«Invertir en vehículos eléctricos y energía renovable ha sido la decisión correcta y digo más, en las condiciones actuales y futuras del transporte y la generación eléctrica, invertir en estas áreas dejó de ser una simple opción para convertirse en una necesidad».

Motor solo espera que se mantenga el verde de la excelencia.