Luego de salir al mercado el pasado año, la actual generación de la Clase ML de Mercedes-benz sobre bastidor crossover, poco podría esperarse para esta temporada. Sin embargo las estrellas siempre ofrecen un extra y eso, precisamente, ha hecho la mítica firma alemana.

Ahora se ha lanzado a completar un SUV mediano capaz de satisfacer a los más escépticos. Con un interior de excepción, pensado hasta el detalle y con excelentes opciones de seguridad, Mercedes-Benz dedicó sus esfuerzos a mejorar el único departamento donde rivales, incluso mayores en peso y tamaño, como el Cadillac Escalade (V6 de 345 CV y V8 de 403 CV) le superaban: performances. De manera increíble los anteriores motores –un V6 y un V8- dejaban a la Clase ML en desventaja de potencia (268 CV y 302 CV) y economía frente al mayor vehículo de Cadillac. Ahora esta situación se ha remediado al introducir varias motorizaciones que abarcan un espectro amplio, desde los 190 CV del 280 CDI hasta los 510 CV del 63 AMG. En total se ofertan ¡cinco! motores y la transmisión automática de siete marchas, dando condiciones excepcionales para escoger. El escalonamiento de potencia es casi perfecto comenzando por los 190 CV ya mencionados; luego los 224 CV del 320 CDI; 272 CV del 280 CDI; 306 CV del 350 y los 510 CV del 63 AMG. En materia de seguridad la Clase ML mantiene los estándares elevados: air bag de serie delanteros, traseros y de cortina laterales, cinturones de seguridad de tensión y de limitadores de esfuerzos, todo incluso conectado a sensores de rotación capaces de desplegarlos si detectan que una rotación ó «trompo» está a punto de ocurrir. La seguridad de estos nuevos Clase ML es uno de los puntos vitales del modelo.