Salvando la continuidad de un evento que es ya tradicional para la familia automovilística cubana, el Octavo Rally de Verano de la Escudería de Autos Clásicos y Antiguos A LO CUBANO puso en movimiento a los vehículos de los principales clubes de automovilismo de La Habana.  Con un total de 59 autos y 15 motos, la competencia tuvo una trayectoria de  unos  50 km y abarcó a nueve municipios de la capital cubana.

Como otros años el Rally de la Regularidad mide la constancia y disciplina como habilidades protagonistas de una buena calidad de conducción.  Por ello, los jueces distribuidos por diferentes puntos intermedios, algunos ocultos, otorgan los puntos a medida que la tripulación es capaz de cumplir con los plazos previstos para cada tramo, y el evento en general.  Como también se ha hecho costumbre en estos eventos el tunning estuvo presente con la exhibición de un singular roadster Ford de los años treinta, transformado a capricho por su propietario, con la principal atracción de un motor V8 de 450 pulgadas de origen GMC, el cual estremecía el pequeño auto en cada pedalazo al acelerador.

Como es tradicional, el entusiasmo de los participantes resultó extraordinario, con presencia de público en los diferentes lugares de la ciudad  abarcados por el circuito.  Es siempre gratificante ver reunidas a estas verdaderas joyas rodantes e, incluso, descubrir alguna nueva incorporación. Este año deslumbraron un hermoso Ford Thunderbird y un Mercedes Benz 450 SEL de 1976 que aportaron elegancia y frescura a la reunión de estas veteranas máquinas.  También hicieron el recorrido, con la fuerte garra que les caracteriza, las motos clásicas, en representación de los varios clubes de motos existentes hoy.

La salida comenzó justo a las 9:30 am, tal cual estaba previsto, y continuó con un vehículo cada dos minutos, hasta ver rodar el último de los participantes.  Piloto y copiloto a partir de ese momento debían demostrar su pericia para cumplir el itinerario fijado (el cual solo conocen al producirse la salida), acorde a los plazos de tiempos concedidos.  Todo se halla calculado para que se cumpla con las leyes del tránsito y la interacción con el tráfico de la ciudad sea el normal. Excelencias constató durante el recorrido que la violación de esas normas podía llegar a costar la descalificación. Como la experiencia de las tripulaciones ha ido en aumento, el nivel de exigencia, también.  Los ganadores debieron atender los detalles más exquisitos, hasta el parqueo al finalizar el evento. Estampar un tiempazo no era suficiente, y eso resultó lapidario para varias tripulaciones.  Todo el evento estuvo auspiciado por la Federación Cubana de Automovilismo de Cuba, cuyo Secretario General, Ernesto “Quico” Dobarganes, realizó la premiación de los primeros lugares, tanto en motos como en autos.