El trazado británico parecía idóneo para esta nueva consagración de la marca gala, pero desde el comienzo todo resultó adverso para la dupla integrada por el español Marc Gené y el francés Nicolas Minassan. De entrada el galo pegó un trompo que lo retrasó, y a la hora y media de carrera chocó con un Porsche 911, que esfumó las opciones de título para el dúo Minassian-Gené. La situación empeoró cuando el segundo coche de Peugeot, compartido por Pedro Lamy y Stephane Sarrazin, tuvo que abandonar cuando impactó contra un muro tratando de rebasar al Audi del italiano Rinaldo Capello.

Entonces comenzó el paseo triunfal para Audi: los virtuales campeones cuidaron su título, en tanto Capello y Allan McNisch conquistaron la primera victoria de la temporada para la marca de Ingolstadt. Así las cosas, la actual edición de la Le Mans Racing Series es historia y ya comienza el morbo respecto al próximo año. De hecho, se impone un replanteo, pues las cinco carreras del certamen europeo virtuacontrastan con las once de su versión americana.

De igual forma, se estudia que las pruebas tengan distinta duración, como ocurre en Estados Unidos, para ganar en dinamismo: las carreras de mil kilómetros se antojan excesivas para cumplir con el calendario. A su vez, el 2009 acogerá el nacimiento de la Asian Le Mans Series, que espera una mejor suerte que el malogrado experimento de carreras de resistencia realizado hace dos años en circuitos asiáticos, con pocos resultados y menos coches en las parrillas. El certamen asiático constará de sólo dos pruebas:

Los 1-000 kilómetros de Fuji y los 1 000 de Shanghai, el 1O y el 8 de noviembre de 2009, respectivamente. Los organizadores invitarán a 10 coches de las otras series de resistencia para estimular la competencia, aunque el principal incentivo será las plazas para Las 24 Horas de Le Mans 2010, que ganarán los dos primeros clasificados del campeonato.