Mercedes domina y asusta, Ferrari se impulsa y no llega
La escudería Mercedes dominó por segundo año consecutivo con un ramillete de triunfos que dejó sin opciones al resto de la parrilla. Dieciséis victorias en diecinueve salidas es insultante en la categoría reina del automovilismo, más aún si tenemos en cuenta que el dominio de Red Bull en 2013 le sirvió para arrebatar trece banderas a cuadro. La marca de la estrella, además de alcanzar los mismos laureles que en 2014 fue superior en dobletes y podios.
Ningún equipo en la historia de este deporte ha alcanzado tal imperio, porque la temporada 2015 está llena de récords implantados por la escudería teutona. Doce dobletes en carreras, quince dobletes en clasificaciones y treinta y dos podios son cifras de espanto. Para que se tenga una idea, el último equipo que tuvo un dominio similar fue Ferrari en 2004 cuando ganó quince de los dieciocho GP celebrados.
Precisamente, fue la Scudería quien les hizo un guiño de amenaza a las balas alemanas cuando Sebastian Vettel les arrebató tres victorias. Sin embargo, cuando se pensaba que los de Maranello acortaban distancia en Singapur (última victoria de Vettel en 2015), Lewis y Nico convirtieron sus monoplazas en un tándem y remataron el curso con cuatro dobletes al hilo. Un resultado que deja muy pocas esperanzas de tener un campeonato 2016 más competitivo.
No es que los demás equipos no evolucionen, lo que pasa es que Mercedes y Ferrari avanzan a paso doble y no les dan libertades al resto de la parrilla. La mejor prueba de lo que digo fue el resultado en el GP de Brasil donde ambas alineaciones doblaron al resto de sus rivales. Sin embargo, la supremacía de Mercedes se declara con números definitivos en este análisis cuando, a final de temporada, la diferencia entre ambos equipos es de 275 puntos. Por otra parte, los rojos de Maranello demuestran superioridad ante su más cercano perseguidor, Williams (equipo que se beneficia de la mecánica Mercedes), con una ventaja de 171 unidades.
Red Bull ha pasado de primero en 2013 a cuarto en 2015, dos temporadas cuesta abajo y un futuro incierto para la escudería de la bebida energética que dependerá en 2016 de la mecánica Renault. El proveedor de motores francés ahora pondrá todo su empeño en el regreso como equipo, tras la compra de Lotus, algo que pondrá en detrimento el apoyo a la escudería austriaca.
Finalmente, la gran decepción es McLaren, un equipo que se impulsa con mecánica Honda y que no logra estar a nivel competitivo. Aunque debemos reconocer sus avances, mucho es lo que les falta a los de Woking para aspirar a un podio.