GOLD STAR de BSA
Uno de esos días del verano de 1937, cuando la Guerra Mundial (la segunda) era solo una amenaza que nadie quería imaginar, el legendario circuito inglés de Brooklands era todo un hervidero: se preparaba un nuevo récord para una de las marcas de motocicletas británicas más famosas, la BSA con su modelo Empire Star de 500 cc. Los jueces iban a sus posiciones, los cronometristas ajustaban sus relojes.
Junto a la moto, de color rojo bruñido con elementos negros y cromados, está el valiente piloto: Wal Handley, ajustándose el mono de cuero negro, el casco blanco en ristre y esa sonrisa nerviosa que antecede a cada meta. Ya lo ha hecho antes, ha probado la moto decenas de veces, pero este es un examen único, con todos los magistrados presentes, los que atestiguan cualquier récord, el que él busca.
Ruge el monocilíndrico de 500 cc con su ruido enervante que dispara la adrenalina de todos los presentes y sale como un bólido a conquistar la pista para imponer su meta. A lo lejos el sonido se pierde para volver luego, tenue primero, ensordecedor después. Pasa como una flecha… los jueces se miran, los cronometristas levantan el brazo con el pulgar hacia arriba.
Se ha conseguido: 173 km/h (poco más de 108 millas por hora). La cinta de las 100 millas por hora ha sido rota por la BSA Empire Star y ha ganado la insignia Gold Star (Estrella de Oro) que ofrecen las autoridades del circuito a quien lograra tal hazaña. De ahora en adelante, el modelo Empire Star tendrá una nueva denominación: BSA Gold Star. Y así se fabrica a partir de entonces.
Pero esta historia no comienza aquí, ni mucho menos termina. BSA, siglas de la casa Birmingham Small Arms (pequeñas armas de Birmingham) surgió en 1861 como una fábrica de armas de fuego portátiles. Corría el año 1880 cuando una crisis los hizo fabricar bicicletas y triciclos con buen tino y, a partir de 1903, la primera bicicleta motorizada con un motor belga.
La fábrica de motocicletas BSA, como tal, se inició en 1905 y en 1910 BSA acudió al Olimpia Show de Londres con una motocicleta genuinamente BSA, incluido el motor de 3.5 HP (caballos de fuerza). Para muchos aficionados a las motos clásicas, la fábrica BSA estuvo en producción (de motocicletas) desde 1906 hasta 1971, que tiene que cerrar por problemas económicos.
Según los fans a las motos inglesas, la BSA Gold Star es la “Reina” de los vehículos británicos de una sola huella y en parte tienen razón porque siendo una motocicleta de serie, tenía prestaciones deportivas de alto nivel. Era una máquina de competición con disfraz de vehículo de paseo y eso gustaba mucho a los motociclistas de esa época.
Los otros fabricantes ingleses: Matchless (modelo G-45 y luego G-50), AJS (modelo 7-R) y Norton (modelo Man), hicieron modelos totalmente sport (no aptos para uso en la ciudad), la BSA Gold Star podía competir con ellos en carretera y sí tenía todos los requisitos para ser usada en la ciudad. Era muy bueno disponer de una moto de doble propósito, teniendo en cuenta las preferencias de la mayoría de los motociclistas.
La gran versatilidad de la BSA Gold Star hacía posible que ganara en carreras donde estaban las motos antes mencionadas o estuviera a su nivel, mientras una vez terminada la competencia, la misma moto con su silenciador colocado estaba lista para paseos deportivos o simplemente transitar por las calles sin dificultad. Salió en tres cubicajes: 500 (la más famosa), 350 y 250 cc, y en las modalidades de Cross, Scramble (enduro) y velocidad.
El modelo Gold Star de BSA se fabricó desde 1938 hasta 1961. Sus características principales fueron: motor de aluminio monocilíndrico de 500 cc, cárter seco con estanco de aceite separado, carburador con cuba de flotante separado, ignición por magneto, caja de cambios de cuatro velocidades montada en polines (rodamientos) y frenos con enfriamiento y de doble leva.
Desde su estreno en el mercado inglés, las motocicletas BSA marcaron sucesivas generaciones de motociclistas, por ser equipos sólidos y duraderos que sirvieron dentro y fuera del Reino Unido, para los más variados usos civiles y militares. Cierta publicidad decía: “una de cada cuatro es BSA”.
El año pasado se cumplió el 75 aniversario del premio Gold Star a BSA en el circuito de Brooklands y precisamente, el 30 de junio se reunieron en la instalación (reconocido hoy como “el primer circuito de velocidad construido en Europa”) decenas de dueños de motos BSA, muchos de ellos con el modelo Gold Star y tuvieron la premisa de andar por el circuito (siempre con una BSA Gold Star) conmemorando.
Hubo pruebas, exposiciones, muestras, ventas de suvenires y, como “plato fuerte”, dos motos réplica de aquella Empire Star que sobrepasó las 100 millas por hora.