Rubén Blades. Ministro de Turismo de Panamá

Nueva imagen, nuevas leyes

La nueva campaña publicitaria del IPAT tiene una primera ventaja admitida por todos los factores del sector: cuenta con un presupuesto de 39,5 millones de dólares para un período de cinco años, lo que ofrece una garantía a largo plazo para su ejecución. La otra virtud, es que rescata los valores más genuinos y auténticos de la nación del pueblo panameño en todos los órdenes, que se resumen en un lema muy apropiado: «Panamá, un lugar así, se queda en ti». Entre los asistentes de la primera fila, el presidente de la República, Martín Torrijos, sonreía muy motivado con las escenas de la campaña rebosantes de buen humor panameño. Al término de la proyección, el ministro Blades recibió las últimas palmadas y felicitaciones y en un gesto de cortesía, se internó con Excelencias en dos o tres temas de actualidad que al comenzar 2008 traían revuelto al ambiente turístico en Panamá. El primero de ellos, la nueva ley que regulará a la pujante industria en el país istmeño, a ser aprobada entre enero y febrero, durante un período de facultades legislativas concedidas por la Asamblea Nacional al presidente Torrijos.

¿Cuál es su respuesta a las interrogantes que corren respecto a esta ley y la falta de consulta a los empresarios? Mira, ha habido una acumulación de malas interpretaciones. Desde hace meses estamos recogiendo opiniones en el sector público para elaborar un borrador, proceso que impidió presentar el mismo con la celeridad deseada. Como el presidente Torrijos estaba entusiasmado con apoyar al sector, él incorporó la ley de turismo en la solicitud de facultades extraordinarias a la Asamblea Nacional, para discutir y aprobar ese borrador. Pero es absurdo que se vayan a pasar proyectos sin consultar al sector empresarial. ¿Se han tenido en cuenta los interes de todas las partes en la nueva propuesta de ley? Sabemos que esta ley tendrá un impacto nacional. Yo no tengo ningún problema con la existencia de una Junta Directiva. El problema es quién representa, por ejemplo, a las provincias; a Chiriquí, a Bocas del Toro, a Veraguas; pues esa Junta Directiva solo tiene gente de la capital. ¿Qué me dice la gente a mí? Eh Rubén, esa Junta directiva solo tiene gente de la ciudad capital. Entonces yo digo, sí es verdad. Por ello hay que tener cuidado con que las personas que están participando competitivamente no tengan la oportunidad de ingresar a esa Junta. El Estado, en mi caso como servidor público, representa al país, y para eso tengo que tomar en cuenta sus intereses, y esa visión más allá de los intereses de una provincia. Personalmente creo que hace falta responsabilidad, objetividad. Escu-charemos todas las opiniones y al final la decisión la tomará el gabinete y el presidente de la República, no yo. Usted ha afirmado que hacen faltan hoteles para enfrentar el creciente flujo de visitantes, en tanto aumenta la construcción de viviendas para extranjeros. En su opinión, ¿a qué obedece esto? Es un factor económico. Si tú construyes un hotel te demoras en recobrar tu inversión. Tienes que administrar, hacerlo competitivo, tener empleados, afrontar problemas laborales, una temporada alta y una baja, hacer publicidad. Si haces un apartamento por 100 mil dólares y lo vendes en 500 mil, recuperas muy fácilmente la inversión. ¿Existen incentivos para la inversión hotelera? Sí, pero los incentivos que hay para los hoteles no pueden ni compararse con la realidad de que hay un mercado que no solo encuentra en Panamá un lugar deseable para vivir, sino también un alto nivel de calidad en las construcciones que no se ve ni en el primer mundo. Ahora mismo estamos haciendo promoción y tenemos que garantizar el hospedaje al turista. No deja de ser una situación interesante, es un buen problema que la gente quiere venir y el otro es con los cupos en los aviones. Qué vamos a hacer. Tenemos necesidad de más vuelos y más aeropuertos. Ya estamos abriendo el aeropuerto de Howard para vuelos charter. Esto va a llamar mucho la atención. La gente llega a pedir vuelo en muchos países y no hay vuelo para Panamá. Trata de conseguir una habitación. No hay. Ese es un buen problema que esperamos va a estimular a la larga la construcción de hoteles.