Carl Fredrik Nordström, Viceministro de Turismo de Panamá
A la vuelta de 10 años, otro Panamá
Señor viceministro, a partir de su visión como arquitecto, háblenos de la expansión de Ciudad de Panamá desde el punto de vista estructural. ¿Cómo ve la ciudad desde esa perspectiva, y qué va a hacer el gobierno para mejorar su infraestructura?
Creo que el proyecto más importante y emblemático en estos momentos es la nueva Cinta Costera, que ya comenzó a construirse. La Cinta Costera es un relleno que comienza en el Río Matasnillo, paralelo a la Avenida Balboa y termina en la Casa del Marisco. Allí vamos a crear aproximadamente 30 hectáreas de terreno para el ocio: caminos para bicicletas, para trotar, para llevar los animales, arborización, paisajismo, dos anfiteatros pequeños, fuentes de agua y vamos a expandir como unos 100 metros la Avenida Balboa hacia el mar, y también vamos a tener ahí una vía de seis carriles, con puentes peatonales superiores, para descongestionar el tráfico caótico de la Avenida Balboa. Desde el punto de vista del Instituto de Turismo de Panamá (IPAT) vemos este proyecto como un producto turístico, y tiene que ver directamente con la limpieza de la Bahía de Panamá, un trabajo que ya comenzó y que tomará unos ocho años en terminarse, al costo de unos 300 millones de dólares. La Cinta Costera es una inversión de 189 millones de dólares y vamos a utilizar el relleno para ubicar soterrados y los colectores de aguas servidas, necesarios para poder resolver el problema del vertimiento en la bahía las aguas grises sin tratamiento. Eso es clave. El otro punto de vista es que debido a la expansión del Canal, veo, como arquitecto, y estoy involucrado personalmente en varios proyectos en áreas revertidas, el desarrollo de proyectos y productos inmobiliarios, incluso con la infraestructura adecuada, ahora se está exigiendo que todas las construcciones nuevas a la vera del Canal tengan sus propias plantas de tratamiento de aguas servidas.
¿Qué otras obras verán los visitantes y los panameños en los próximos años?
Veremos un fuerte desarrollo alrededor del Canal, del lado de la Ciudad de Panamá; una expansión en la Ciudad del Saber, en la antigua base norteamericana de Clayton; expansiones y nuevos proyectos en la antigua base de Albrook, y también contaremos el próximo año con la rehabilitación del Aeropuerto Howard, que queda a la otra vera del Canal y que comenzará a recibir operaciones de vuelos charter y líneas aéreas regulares. Es decir, vamos a habilitar el Aeropuerto Howard como una alternativa al Aeropuerto de Tocumen. En los próximos 10 años veremos también la segunda y la tercera fases del Aeropuerto de Tocumen. La segunda fase se va a completar mucho más rápido de lo pensado debido a las nuevas conexiones con líneas aéreas directas provenientes de Europa. Algo más inmediato en el tiempo será el Museo de Frank Gehry, a terminarse aproximadamente en un año y medio, a la entrada del Canal por el Océano Pacífico, que será un edificio emblemático, único en Latinoamérica.
Con respecto a los polos de expansión, en las nuevas regiones turísticas, ¿qué se va a hacer en la zona del Caribe?
Lo más probable es que continúe la expansión de Bocas del Toro con hoteles de mayor estándar. Ya se están construyendo dos inmuebles grandes de más de 100 habitaciones y también proyectos como «Red Frog» y otros que incluyen hoteles, campos de golf y vías de peaje. También tendremos otro polo turístico, que es la Riviera Panameña, entiéndase el Pacífico, el Nikis Beach; se va a comenzar el Hard Rock y contaremos con hoteles de cadenas internacionales en la Riviera Panameña del Pacífico. Esperamos duplicar la cantidad de habitaciones. Ya en proyecto o iniciándose, están actualmente 9 000 habitaciones adicionales en Ciudad de Panamá. A nivel nacional, en estos momentos contamos con 16 000 habitaciones hoteleras. Eso quiere decir que en sólo tres años vamos a tener no menos de 24 000 habitaciones hoteleras, no solo en el área metropolitana, sino también en los polos turísticos o áreas turísticas declaradas así por el IPAT.