Cuba Caribeña bajo la cota cero
Cuba es uno de los lugares más significativos como destino turístico para todos los habitantes del planeta. La idea de Cuba como "paraíso terrenal" debido a la publicidad turística, revistas de viajes, es algo común. Pero no sólo sus "tierras" son un paraíso. Aquellos que hemos tenido la suerte de sumergirnos en sus aguas y "volar" sobre sus fondos, podemos afirmar que el paraíso no está sólo en tierra sino también bajo el mar.
Tierra repleta de historia y leyenda, de aventura y de ilusiones. Incontables kilómetros de costa, playas y bahías, hacen de Cuba uno de los destinos para el buceo más bello del mundo. Su posición al borde de la sima sobre la fosa del Golfo de México, y constituyendo el límite norte del Mar Caribe, proporciona unos fondos marinos de una riqueza de vida que no tiene comparación con la de otras islas del Caribe.
A pesar de haber tenido una evolución muy diferente a la de las formaciones coralinas del Índico y el Pacífico, los fondos de la Cuba caribeña ofrecen a los submarinistas, tanto recreativos como científicos, inigualables paisajes de extraordinaria belleza caracterizados por una fauna y flora subtropicales determinadas por una corriente marina cálida que proviene del ecuador.
Es inadecuado hablar de las barreras de coral de madrepóricas ya que, a la poca profundidad a la que éstas crecen, lo hacen de una manera tan compacta que dan la falsa impresión de ser una barrera de coral. Estos fondos cubanos están formados por caliza y lava, y se caracterizan por la existencia de incontables hendiduras, huecos y cavernas.
Una de las características de estos fondos es la existencia de numerosas esponjas de colores en las zonas más profundas, con infinitas formas y tamaños, como las "Orejas de Elefante", que pueden llegar a los tres metros de diámetro. Son también muy característicos las gorgonias y los alcionios, endémicos de estas aguas menos profundas, algunos de los cuales son muy parecidos a los existentes en el Mediterráneo o a otras formas de coral tropical.
Ni las gorgonias ni los alcionios se han desarrollado en aguas profundas, sino entre los tres y los veinte metros de profundidad, por lo que cualquier submarinista con un nivel de Open Water Diver, o Scuba Diver con supervisión, puede disfrutar de estos parajes. E incluso, practicando snorkel sobre los corales blandos que ondean al ritmo de la corriente marina, el nadador se sentirá flotando sobre un mundo encantado.
Las zonas para el buceo más interesantes son las que se encuentran, no a lo largo de la costa de la gran isla de Cuba, sino al borde de la plataforma continental, como la Isla de la Juventud y Punta Francés, Cayo Largo y la Cabecería de Cayo Blanco y los Jardines de la Reina, destinos todos situados en la extensión caribeña de Cuba.
La Isla de la Juventud, conocida en la época de piratas y bucaneros como Isla de Pinos, sirvió de escenario a Robert L. Stevenson para escribir su famosa novela La isla del tesoro. Cuentan las historias locales que todavía se encuentran allí tesoros escondidos, incluso, debajo del agua.
Hablar de buceo en la Isla de la Juventud es hablar de Punta Francés, situado a más de media hora de navegación desde el Centro de Buceo en la Marina. Atraen sus grandes profundidades a lo largo de una inmensa pared con una espectacular caída, a pocos cientos de metros de la línea de costa, más allá de la plataforma continental. De igual forma, la otra zona de inmersión recomendada se sitúa sobre la plataforma madrepórica que se encuentra en la parte posterior del arrecife.
Cayo Largo se ubica en el Archipiélago de los Canarreos. Al norte de esta isla se encuentra la Cabecería de Cayo Blanco, una amplia franja de arrecifes y bancos de arena. Sus paredes superiores son ricas en vida bentónica con corales, esponjas, gorgonias. Se pueden encontrar, con cierta frecuencia, dentones gigantes, meros tropicales y tiburones nodriza. Sin embargo, para disfrutar de los grandes pelágicos como el tiburón martillo, el tiburón tigre, el tiburón ballena, águilas de mar., hay que realizar una inmersión más profunda, que debe ser realizada por submarinistas con experiencia, no sólo por la cota, sino por las fuertes corrientes que se producen. Sumergirse en estas aguas es una vivencia única ya que la exploración de los fondos de Cayo Largo apenas ha comenzado.
Son más de doscientos cayos los que componen el Archipiélago de los Jardines de la Reina, formando un extenso arco paralelo a la costa sur de Cuba. Actualmente estos cayos se encuentran deshabitados y sólo se pueden alcanzar a través de pequeños cruceros que en pocas horas, y desde la costa de la isla madre, alcanzan este destino que presume de ser uno de los lugares de buceo más intactos de todo el Caribe.
En los Jardines de la Reina se destaca la llamada Madriguera del Pulpo como sitio recomendable para la inmersión. Es un inmenso cráter de más de doce metros de diámetro bordeado por un cúmulo de piedras. Todas sus paredes están incrustadas de organismos que transforman el fondo en un laberinto lleno de vida. Barracudas, Meros Tigre, esponjas, gorgonias, forman un espectáculo de color a los ojos de cualquier submarinista que lo visite.
Quizá alguno haya pensado en visitar estos parajes en búsqueda de tesoros perdidos. Pues que no se complique la vida: los fondos de Cuba son el tesoro.