“Mi pintura soy yo” nos dice Fidel Rangel Barceló (Camaguey, 1949), como una elocuente manera de reafirmar la indisoluble conexión entre la obra y el artista. Autodidacta de formación, Barceló sintió desde su adolescencia el llamado de la pintura, y no fue hasta la madurez de su existencia cuando la asumió en cuerpo y alma. Con una década de fecundas realizaciones, ha transitado por los paisajes en el estilo más académico y realista para desembocar en obras de fuerte impronta expresionista, como muchos de sus críticos han señalado. Pero se equivocan aquellos que piensen que se le puede encasillar en tal o mas cual “ismo”, pues Barceló siempre se renueva y lo experimenta todo, según los dictados de su corazón y su inconmensurable sensibilidad de artista.

“Yo siempre estoy innovando, -nos dice- haciendo cosas nuevas, porque mi creatividad es inmensa y no se me ha agotado. En mi obra reflejo mi temperamento inquieto, mi personalidad. Me propongo cosas de manera consciente, pero hay también un segmento inconsciente, que no te propones, y aparecen y van saliendo cosas. Está igualmente el cúmulo de experiencias, de vivencias por los años de vida, los problemas, los disgustos y por supuesto, los momentos felices, las cosas que nos han agradado de la vida, todo eso aparece en la obra, así como surge lo cubano, lo más auténticamente cubano que hay en mí, sin proponérmelo, aparece”.

Barceló refiere que siempre tuvo el propósito de dominar la técnica, de pintar bien –paisajes campestres y urbanos, naturalezas muertas- demostrando el dominio de lo más académico, para entonces, al pintar sus “disparates” con más libertad creadora, tener el antecedente de haber sido capaz de haber realizado obras con apego a lo más formal. Ha expuesto en Cuba en la Quinta de los Molinos, Jardín Botánico Nacional, Museo de la Revolución y Galería “Frida Kahlo” de Centro Habana. Sus obras forman parte de colecciones privadas en Suecia, España, Italia, Estados Unidos de América, México, Colombia, Panamá, Puerto Rico, Honduras, Brasil, Portugal, Francia y Canadá.

El crítico de arte cubano Froilán de Dios Lorente ha dicho de su obra: “Es este artista un observador y crítico de su tiempo, de su entorno. Utiliza elementos de la cotidianidad, los que conforman su iconografía y en un discurso directo lleva su mensaje, no exento de lo picaresco cubano, al espectador común”.

Fidel J. Rangel Barceló 23 Nro. 1367-B e/18 y 20, Vedado, La Habana, Cuba. Tel.: (537) 835 0568, Email: yaumara@mail.cubasi.cu Sitio Web : www.artnovell.net