UNA EXPOSICIÓN DE ABANICOS POR EL ANIVERSARIO 35 DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y REFERENCIA INICIATIVA COMUNITARIA (CIERIC)

El primer cuarto de siglo del Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria (Cieric),  activa organización creada para promover el quehacer cultural, empoderar y aglutinar a las comunidades en la preservación de lo más auténtico: nuestra identidad como nación, es la motivación para que la vanguardia plástica le rinda el merecido homenaje, con los presupuestos estéticos contemporáneos, y en remembranza a un accesorio ampliamente difundido y muy arraigado a nuestra identidad: el abanico.
En el antiguo Egipto su usanza era a gran escala, llevado para refrescar a los faraones y sus cortes palaciegas. Luego pasó a Persia, Babilonia y Roma. En China fue diseñado a escala humana, para bolsillo  y mano. Estos indispensables y elegantes elementos fueron tomando, rápidamente, su lugar entre las realezas, órdenes religiosas y luego se diseminó por múltiples dinastías, sociedades y castas para sobrevivir con donaire y simpatía hasta nuestros días.
Esparcido por el mundo, y con alta variedad en materiales y técnicas, le incorporaron plumas, varillajes, nácar, perlas, marfil, maderas y metales preciosos, formas y empleos con varias telas o países, como realmente se le denomina en su argot fabril y moda, que van del doméstico hasta la alta etiqueta social. Se asoció al poder: mientras más exclusivo fuese así de exitoso sería su dueño; sirvió al principio por igual a mujeres y hombres.
Llegó a Cuba desde España, se enseñoreó en nuestros salones de baile a finales del siglo xviii. Pronto adquirió aceptación en la población criolla, y a pesar de tener los mejores proveedores de la época e importarlos de las más prestigiosas firmas y latitudes, las damas adineradas y señoritas cubanas prefirieron que los pintores más renombrados les dedicaran bellas escenas, con paisajes, flores y hasta retratos con sus dueñas, siempre vinculados a su uso fundamental y complementado por el arte y su propio lenguaje al accionarlo, ampliamente difundido entre los fortuitos enamorados con el sello y tradición que se les comenzó a imprimir.
Una amplia variedad ha sido documentada en esquelas egipcias, pinturas, fotografías, canciones, poesías, grabados y películas. No es la primera vez que se pintan abanicos para una exposición, solo que esta se ha concebido con los diseños y fondos en la Colección del Museo de Arte Colonial, para sobredimensionar sus formas y llevar a grandes maestros de la pintura cubana contemporánea y sus discípulos a esta suerte de catálogo con alta dimensión, los cuales han compartido su mirada en lo familiar, académico y espiritual, plasmando sus cosmogonías y orbes mágicos signados por los aires de cubanía, en complicidad con el joven artesano-artista Jorge Fandiño, quien elaboró todos los soportes, y la prestigiosa lista de amigos convocados que no dudaron en ser parte de este reto.

ARTISTAS
• Roberto Fabelo
• Nelson Domínguez Cedeño
• Pedro de Oraá
• Lesbia Vent Dumois
• Raúl César Santos Zerpa (Santoserpa)
• Flora Fong
• Kamil Bullaudy
• Lorenzo Linares Duque
• Jorge Martell
• Eduardo Rivera Milanés
• Nazario Salazar
• Alexander Lecusay
• Alexis Roselló
• Yamila Coma Vargas
• Liusan Cabrera Almaguer
• Gabriel Ávila Santiesteban
• Liang Domínguez Fong
• Li Domínguez Fong
• Ernesto Mata
• Sergio Ángel Fernández Borges
• Adrián Fandiño González
• Juan Martín Soler Robau
• Roberto Gabriel Fabelo
• Agustín Antonio Villafaña
• Dagoberto Drigs
• Luis El Estudiante