S.O.S., 2010 / Acrílico sobre lienzoAcrylic on canvas / 180 x 140 cm
Roxanne, 2010 / Acrílico sobre lienzo / Acrylic on canvas / 180 x 120 cm

Al revisar la trayectoria de la joven artista cubana Osy Milián (Ciudad de La Habana, 1992) se distinguen dos momentos o etapas esenciales: 2006-2008 y 2009 hasta la actualidad). En la primera de ellas el interés estaba dirigido fundamentalmente al cultivo de la técnica, sin que adquiriera demasiado protagonismo el orden de las ideas. Se trataba básicamente de pinturas de género: marinas y naturalezas muertas en las que imperaba el principio de la mimesis (equivalencias perceptivas o duplicaciones ópticas en relación con el referente real), y donde destacaba el manejo de las texturas, el claroscuro, la perspectiva, la gama cromática. Eran más bien ejercicios de aprendizaje, de perfeccionamiento del oficio, lo cual es lógico en tanto punto de partida o primer estadio de una carrera en ciernes. Exposiciones personales como No lejos del mar (Galería Ismaelillo, Biblioteca Nacional José Martí, Ciudad de La Habana, 2006) y El volumen de lo fértil (Galería Carmen Montilla, Ciudad de La Habana, 2008) son muy ilustrativas de lo apuntado. En la segunda fase tiene lugar un salto cualitativo visible en la producción de la artista, y se da a partir de una serie de trabajos de fuerte aliento pop en los que la creadora se aleja definitivamente del academicismo ortodoxo y el calco de lo real para ganar en síntesis y depuración formal, y en destreza y habilidad en el dibujo. Se expresa entonces con colores mayormente planos, de gran intensidad, limpieza e impacto, con marcados contrastes entre complementarios. Asimismo, se evidencian influencias del arte asiático, en especial de la estética manga. Este grupo de piezas representa probablemente el momento clímax dentro de la corta pero meritoria carrera de la autora. Sería decisivo que pudieran ser mostradas al público como parte de una exposición personal que las aunara. Osy debería pensar un poco en ello. Ejemplos emblemáticos de dichos trabajos son los lienzos “Bon Appetit” (2010), “You and me” (2010) y “All you need is love” (2010). Los dos últimos formaron parte de la exposición colectiva La gallina de los huevos dorados, exhibida en la Biblioteca Nacional José Martí, en abril del presente año.

Luego sobrevino, también como parte de este segundo período, la serie en la que la artista se encuentra trabajando en la actualidad, y que conformó su más reciente muestra personal: Frágil (Hotel Ambos Mundos, Ciudad de La Habana, mayo-junio de 2010). Entre las obras más valiosas de esta muestra se podrían citar “Escalera azul”, “Menarquia”, “Autogratificación”, “Roxanne”. Esta vez se produce un crecimiento de tipo intelectual. Además de las virtudes formales referidas (con la diferencia de que aquí los colores ya no son tan planos, y las figuras se tornan más volumétricas), en los cuadros de esta exposición sobresale la hondura del tema abordado: el complejo universo de la adolescencia, con sus particularidades sexo-eróticas, psico-sociales, intersubjetivas. Problemáticas relacionadas con la droga, el alcoholismo, la primera menstruación en la mujer, la dependencia y enajenación provocada por objetos-fetiches del mundo del entretenimiento, la violación de menores, entre otras, son tratadas con una madurez admirable. De modo que la autora está muy preocupada por el alcance de sentido de sus propuestas, por el atractivo y valía de sus mensajes. Y eso es muy alentador, sobre todo teniendo en cuenta que estamos discurriendo sobre una artífice de apenas 18 años de edad, quien aún cursa estudios en la Academia San Alejandro.

Esperemos se mantenga en ese ascenso ininterrumpido, en esa progresión constante. Quienes la conocemos de cerca, y sabemos de su espíritu inquieto e irreverente, estamos conscientes de que no se conformará con los límites del cuadro, de la superficie bidimensional, y que de seguro acometerá pronto nuevas aventuras estéticas, quién sabe si desde la instalación escultórica, las artes de acción procesual o el video… Y, a no dudarlo, cosechará muchos más premios y reconocimientos, como esos que ya ostenta con sumo orgullo y satisfacción: el Premio UNESCO en la 14th Bienal Internacional de Pintura Infantil de Kanagawa (Japón, 2007), y el Primer Premio en el Concurso Internacional AEWA (Bonn, Alemania, 2007). Tiempo al tiempo…

La Habana, junio de 2010