- TONY ÁVILA. La luz del brother.
Le dicen Tony Ávila a secas, más su nombre completo es Antonio Ávila Bacas, desde que nació el 13 de agosto de 1970 en la barriada de Marianao, corazón popular de La Habana. Y su música ya ha sido defendida en Inglaterra, Venezuela, Perú, Colombia, Puerto Rico, Estados Unidos y Brasil, aun cuando en la Isla de Cuba solo hay que preguntar por «La choza de Chicha y Chacho», y todo el mundo le va a señalar a este cantautor, filósofo de universidad, músico ya de corazón, y trovador por la vida.
En las palabras a su nuevo disco, Que se haga la luz —hermosa y profusamente ilustrado por el Choco—, el crítico y productor musical José Manuel García González explica esta fórmula para el éxito: Ávila es «…alguien con la destreza suficiente como para moverse desde el más fino humor de la guaracha hasta la canción con filo, poniendo el dedo con acierto en las zonas más sensibles de nuestra cotidianeidad».
La carrera de Tony Ávila
Fue la guaracha-canción sobre Chicha y Chacho, o viceversa, incluida dentro de su disco …En Tierra (2011), la que lo lanzó a la popularidad a nivel nacional e internacional, por sobre su trabajo desde los años noventa en dos formaciones musicales que constituyó en La Habana.
La ha reforzado el disco Timbiriche (2013), por el cual ya le canta canciones Jhonny Ventura y Gilberto Santa Rosa, para solo mencionar algunos. En 2016 logró estar nominado al Grammy en la categoría de Mejor Canción Tropical por el tema «La bala», una pieza que pertenece al disco Tronco viejo, del sello Egrem.
Igual se lo disputaban sus coterráneos Gente D' Zona, la Charanga Habanera, Jacob Forever, Pancho Céspedes, Omara Portuondo, Leo Brouwer y el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro, por lo que integró la delegación que representó a Cuba en la 17ma. ceremonia de entrega de los Grammy Latinos en Las Vegas, Estados Unidos.
La noticia le llegó durante su primer viaje a Colombia. Ofreció un concierto en la Universidad Javeriana, que rendía homenaje a Centroamérica y el Caribe. Desde la embajada de La Habana en Bogotá, y en pleno festejo por el Día de la Cultura Cubana, Tony declaró a Prensa Latina sentirse feliz con la nominación, máxime cuando su número fue interpretado por Johnny Ventura y Gilberto Santa Rosa.
«No lo esperaba, desde ya me siento premiado, es un privilegio inmenso», comentó el artista, nominado como autor por otros cuatro números incluidos en el volumen de Ventura y realizado con la producción musical de Edesio Alejandro. Competía en el apartado de Mejor Álbum de Salsa.
Miles de boricuas bailaron con Tony Ávila
Tony y sus músicos fueron recibidos en el ayuntamiento municipal por la alcaldesa de San Juan, la honorable Carmen Yulín Cruz. Ella presentó a Tony ante los principales medios de prensa de Puerto Rico como invitado especial de la ciudad capital.
En la tarima mayor de las tradicionales Fiestas de la Calle San Sebastián, Tony Ávila cantó por espacio de más de una hora varios de sus éxitos, como «Tiene que haber de tó», «Nada más triste», «Todas las mujeres dicen», «Científicamente negro» y «Las nubes».
Las Fiestas de la Calle San Sebastián es la celebración que marca el final de la época navideña. Es una suerte de carnaval donde convergen más de ochocientas mil personas en cuatro días de fiesta, con tarimas en las principales plazas del antiguo San Juan.
Pasadas las diez de la noche, Tony fue invitado por la estrella boricua Gilberto Santa Rosa para compartir con él en la Plaza del Quinto Centenario, ante más de cincuenta mil personas que junto a ellos corearon y bailaron el éxito «Títere», que el intérprete salsero incluyera en su más reciente producción: Necesito un bolero, título de otro tema del trovador cubano.
Esta visita a San Juan fue posible gracias al ayuntamiento de la capital, a la empresa de producción Omío Music World y a la editora Juan & Nelson Entertainment.
Los discos que ya vienen
Al Cubadisco 2017 Tony Ávila lleva dos fonogramas que muy pronto serán imprescindibles en su discografía: uno es dedicado a la obra del legendario Faustino Oramas, El Guayabero, por lo que se ha ido a las Romerías de Mayo en Holguín a presentarlo junto a grandes de la música cubana como Pancho Amat y otros compañeros de generación. Quizás uno de los más grandes homenajes que se hayan hecho desde un cantautor a esta figura casi mítica para los trovadores cubanos.
El segundo ya es Que se haga la luz, donde, para concluir con palabras de García Suárez en la introducción al disco «...Tony logra por tercera vez reafirmar su valía como compositor, a las claras heredero de la estirpe de Sindo y Matamoros, de Faustino y Ñico, y por supuesto de Silvio y Pablo, pero con una probada luz propia, y un evidente compromiso con su tiempo».
La obra musical de Tony Ávila se resume con una ya clásica frase de nuestro tiempo: La luz, brother, la luz.