- Una fruta para la concordia
Gastronómicamente hablando, es este fruto del manzano comestible (Malus domestica) toda una paradoja, respecto al renombrado calificativo de manzana de la discordia, parábola procedente de la mitología griega que alude un conflicto entre las diosas Hera, Afrodita y Atenea. Asimismo, resulta contradictorio imaginar a tan noble alimento como causante del pecado original, bíblicamente cometido por Adán y Eva.
Oriunda de la zona de Tian Shan, limítrofe entre China, Kasajistán y Kirguistán, a través de las expediciones al Nuevo Mundo, llegó a las colonias de los actuales Estados Unidos de Norteamérica y se extendió por toda América del Norte, con posterioridad a haberse encontrado felizmente reproducida en diversos hábitats euroasiáticos. Existen hoy día varios miles de variedades, aunque en realidad su cultivo y comercialización se reducen a menos de un centenar. De alto valor nutricional, rica en vitaminas, potasio y otros minerales, al igual que por sus propiedades preventivas y curativas para la salud humana, constituye uno de los más sanos alimentos, al nivel mundial.
En Cuba su consumo se encuentra estrechamente asociado a los tiempos de Navidades y Fin de Año. Es también ingrediente por excelencia, cuando se tiene a mano, para las tradicionales ensaladas compuestas a base de pollo, generalmente aclamadas en fiestas de quinceañeras, bodas y celebraciones domésticas. Y aunque no sea cubana la manzana, en la Isla Grande es muy bien recibida, como todo lo habido y dado con buena voluntad y respeto.
Manzanas Acarameladas
Ingredientes:
Manzanas rojas (medianas) 4 unidades
Azúcar refino 300 g
Agua 50 mL
Zumo de medio limón, maduro
Licor de granadina 10 mL
Mantequilla 100 g
Elaboración:
Eliminarle a las manzanas el pedúnculo (tallito de la parte superior). Sin pelarlas, lavarlas bien –sobre todo en las hendiduras de los extremos- y secarlas con un paño o papel absorbente. En una olla pequeña o en una cacerola, verter el azúcar, el agua y el zumo de limón a fuego. Poner a fuego muy bajo y remover constantemente para derretir el azúcar sin que se queme. Una vez derretido, añadirle la mantequilla y continuar calentando, a fuego lento, hasta obtener un almíbar, la cual quedará hecha al apreciarse que los bordes adquieren coloración característica. Retirar del fuego de inmediato, añadir el licor de granadina y mezclar para unir bien todos los ingredientes. Sumergir una a una las manzanas en el almíbar coloreado, dándole vueltas a los frutos para que se impregnen bien de la cubierta roja. Escurrirlas y dejarlas en reposo sobre un papel engrasado para que se refresquen. Pueden comerse al momento o refrigerarlas para consumirlas frías. Se facilita la manipulación, tanto para elaborarlas como para comerlas, si se le introduce a cada una, por la parte inferior, un palito o varilla plástica. Para los adultos, puede sustituirse la granadina por licor Curaçao rojo o Campari.
Pastel de manzanas
PARA CONFECCIONAR LA MASA DE HARINA O CONCHA
(Para pasteles cubiertos de 20 o 22 cm de diámetro)
Ingredientes
Harina de trigo 320 g
Sal 1 pizca
Manteca pastelera 200 g
Agua fría 70 mL
Elaboración
Cernir la harina con la sal. Añadir la mitad de la manteca pastelera. Cortar la mezcla formada, usando un estribo o dos cuchillos, hasta formar como una boronilla. Añadir el resto de la manteca pastelera y cortar nuevamente la mezcla hasta que los pequeños fragmentos tengan el tamaño de un frijol o un chícharo. Incorporar el agua fría poco a poco, rociando la mezcla por encima y revolviéndola con un tenedor para que todas las partículas queden húmedas. Unirlo todo bien apretando la mezcla con las manos sin amasarla.
Para hacer el pastel, encender el horno primero a unos 200 - 220o C. Dividir la masa en dos partes, colocar cada parte entre dos pedazos de papel ligeramente embadurnados con mantequilla y extenderlas con un rodillo, con movimientos desde el centro hacia fuera, hasta que la masa adquiera aproximadamente 5 mm de espesor y por lo menos 2,5 cm más de diámetro que el molde circular para hornear que se va utilizar. Colocar una de las mitades de la masa en el molde y verter el relleno. Cubrir por encima con el resto de la masa extendida de la misma forma que la parte anterior. Doblar los bordes de la parte superior de la masa por debajo de la parte inferior, humedeciéndolos ligeramente con agua para que se peguen bien. Sellar los bordes con un tenedor; o rizarlos con la punta de los dedos. Pinchar la masa por la cara de encima con un tenedor, en varias partes de su superficie. Hornear a la temperatura indicada, durante 15 min. Dejar refrescar y servir a temperatura ambiente.
PARA CONFECCIONAR EL RELLENO
Ingredientes:
Manzanas medianas 6 unidades
Azúcar refino 250 g
Canela en polvo 5 g
Nuez moscada 2 g
Sal 1 pizca
Zumo de limón 5 mL
Mantequilla 15 g
Elaboración:
Después que se disponga la masa del pastel en el fondo del molde circular para hornear, pelar las manzanas y cortarlas en medias lunas muy finas. Colocar todas, formando un abanico o con sentido estético, en la masa extendida sobre el molde. Puede parecer mucha cantidad de relleno, pero debe tenerse en cuenta que con el calor del horneado se reduce el volumen, lo que provocaría que el pastel quedara aplastado. Mezclar el azúcar con la canela, la nuez moscada, la sal y el zumo de limón. Cubrir las manzanas con esta mezcla. Cortar la mantequilla en pedacitos y colocarlos entre las manzanas. Cubrir el pastel con la otra parte de la masa, sellar los bordes y perforar en varias partes de la cubierta con un tenedor. Esto permite que salga el vapor y la masa no forme “chichones”. Hornear el pastel a 200 – 220o C durante los primeros 10 min; y continuar horneándolo a 175 -190o C, 50 o 60 min más. Rinde para 8 raciones.
Puede utilizarse la medida de azúcar indicada a partes iguales de azúcar refino (blanca) y azúcar prieto; o ¾ partes de azúcar refino y ¼ parte de melado de caña. También, si se desea que el pastel quede “barnizado”, pintarlo con una brocha, aplicándole ligeramente la yema de un huevo entero batido.