San Carlos de la Cabaña Fortress.
The Jury of the las contest
The Fair Booth

Los primeros meses del año 2002 convertirán a la capital cubana en el centro de interés de lectores, autores, editores, libreros... Porque La Habana acogerá, entre enero y febrero venideros, nuevas ediciones de una feria y un concurso que prestigian, desde hace varios años, el universo del libro y la literatura. Se trata de la XI Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH) y del Premio Casa de las Américas.

Dedicada al poeta, narrador, ensayista, investigador y etnólogo Miguel Barnet, Premio Nacional de Literatura 1994, la XI FILH abrirá sus puertas, como en anteriores ocasiones, en la fortaleza de San Carlos de la Cabaña. Allí, en la otrora imponente y monumental construcción militar del siglo XVIII, entre el 7 y el 17 de febrero, y bajo el lema Leer es crecer, se llevará a cabo esta gran fiesta del libro y la literatura.

Porque este encuentro no sólo será una oportunidad de apreciar los últimos títulos publicados y expuestos por las casas editoras participantes, tanto cubanas como extranjeras. Asimismo los visitantes podrán adquirir novedades y asistir a conferencias, lecturas, presentaciones y otros programas artísticos y culturales organizados al efecto.

Como una novedad, por primera vez esta XI FIHL, que tendrá como país invitado de honor a Francia, se extenderá a otras provincias de la Isla. Ambicioso y noble empeño que posibilitará no circunscribir el alcance y trascendencia de esta feria sólo a la capital. Un reto por ampliar el horizonte cultural y por hacer del libro un real y auténtico instrumento del saber humano.

De igual forma, el Premio Casa de las Américas centra la atención más allá de los galardones concedidos cada año. Porque este concurso, convocado ahora en su cuarenta y tres edición, propone, alrededor de las deliberaciones del jurado internacional integrado para evaluar los textos recibidos, un programa cultural de vasto y sólido espectro.

El prestigio del Premio Casa es fácil de advertir al revisar tanto la relación de los intelectuales que han formado su jurado, como el catálogo de creadores y libros galardonados a lo largo de estas más de cuatro décadas. Poemarios, novelas, cuadernos de cuentos, ensayos, investigaciones, obras para niños y jóvenes de autores latinoamericanos y caribeños, testimonian tal afirmación.

El certamen, en el 2002, también depara novedades. Junto a los libros seleccionados en los géneros y categorías tradicionales, se concederán los premios honoríficos José Lezama Lima (poesía), José María Arguedas (narrativa) y Ezequiel Martínez Estrada (ensayo). Será un reconocimiento a las más relevantes obras de escritores de nuestra América, publicadas en español en el año 2000.

La XI FILH y el Premio Casa serán un buen comienzo para el 2002. Dos acciones que, en los albores de un nuevo siglo y milenio marcados por el avance de nuevas tecnologías editoriales, privilegian ese objeto del conocimiento humano que hace siglos conocemos. Y que confirman, una vez más, el antiguo y sabio proverbio de que el libro es como el agua, que por doquier se abre paso.