Carnavales. Fiesta y sabor Panameño
Cuando se habla de carnavales famosos en el mundo, por su grandiosidad y participación popular, el primero en mencionarse siempre es el de Río de Janeiro, todo un espectáculo al aire libre, con los fastuosos vestuarios de las escuelas de samba, las espléndidas carrozas y el frenesí de una música incomparable. Pero hay otros festejos igualmente renombrados, como los de panamá y otros en Nueva Orleáns, Santa Cruz de Tenerife y Cádiz. en Latinoamérica y el Caribe también son muy conocidos los de Salvador de Bahía, Trinidad, Veracruz y Oruro, considerado por la UNESCO como obra maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. El carnaval forma parte de la tradición cultural de muchos pueblos. En Panamá también se vibra con esa fiesta urbana que se realiza en febrero o marzo, y cuyos antecedentes se remontan al siglo dieciocho. La capital y otras ciudades de la nación istmeña se suman cada año al jolgorio durante cuatro días seguidos, cuando el repicar de los tambores convida al disfrute del baile. Para darle mayor brillantez, suele invitarse a importantes artistas nacionales y extranjeros, quienes actúan en grandes plazas o lugares de diversión. Pero la sustancia del carnaval la aporta el pueblo en las calles, cuando el tamborito -el género musical por excelencia de los panameños- contagia con su ritmo mesurado; y la pollera, el bellísimo traje típico de las mujeres, deslumbra con sus bordados y tejidos confeccionados amorosamente para la ocasión. Como en casi todos los festejos de su tipo, los desfiles de comparsas y las carrozas son su plato fuerte. Los diseñadores se esmeran en dotarlas de componentes alegóricos caracterizados por su buen gusto, tanto en su concepción como en el vestuario de fantasía que lucen quienes van en ellas, especialmente las reinas del carnaval, jóvenes elegidas por su belleza para presidirlo. Son días en los que la creatividad sale a relucir. Los disfraces, lujosos y extravagantes, siempre acaparan la atención. Aquellas desavenencias son retomadas en época de carnaval, cuando seguidores de uno u otro bando se complacen en la preparación de sus propuestas a fin de sobresalir. Las Tunas de Calle Arriba y de Calle Abajo -como se les conoce- tienen sus reinas y sus desfiles propios, en animada competencia. Así disfrutan los panameños su festividad más importante, entre tunas, tamboritos y cumbias que hacen de estas fiestas una experiencia inolvidable.