Bocas del ToroEncuentro con un paraíso caribeño en Panamá
Si la ciudad de Panamá es verdaderamente admirable y espectacular en su vertiginoso ritmo de progreso, en su cosmopolitismo y particular ambiente de metrópolis, más allá están el Panamá del interior, el de las islas, valles y montañas, verdaderos exponentes de los tesoros marinos y ecológicos de esta región centroamericana.
La provincia de Bocas del Toro, en el extremo occidental de Panamá, en el límite con Costa Rica, es un territorio de 8 917 Km2, dividido en tres distritos: Changuinola, Chiriquí Grande y Bocas del Toro. En el interior se diferencian dos grandes regiones: las tierras altas, que se extienden desde el límite con Chiriquí, provincia que la limita al sur, y las tierras bajas, que llegan hasta la costa y se deprimen más de 5 metros por debajo del nivel del mar. En su litoral se abren dos bahías, la Bahía Almirante y la Laguna de Chiriquí, y entre ellas se extiende un extraordinario archipiélago, con una área superior a los 2 000 Km2. Porque en estas islas de Bocas del Toro dejará atrás el estrés característico de la ciudad y se encontrará en pleno contacto con una naturaleza en gran medida aún inexplorada. Situada en la Isla de Colón, la Ciudad de Bocas del Toro, capital de la provincia, posee una población predominante de origen afroantillano e indígena.
El Archipiélago de Bocas del Toro
El Archipiélago de Bocas del Toro constituye, en esta zona, una verdadera joya del Caribe. Cuenta con 9 islas, 51 cayos y 200 islotes; sus extensas playas de aguas transparentes constituyen fantásticos lugares para el buceo, la práctica de surf y la pesca deportiva; la diversidad y contrastes de sus tonalidades marinas (verde y turquesa, azul y dorado) impresionan a quienes las visitan. Por otra parte, la observación de la naturaleza es el mayor de sus atractivos. Cualquiera puede ser testigo de la existencia, en la zona, de exóticos animales en su medio natural, como las tortugas, que arriban a las playas de las islas a poner sus huevos, y las aves que se han erigido en príncipes de muchos de los cayos. Hay que tener en cuenta que es este un refugio de múltiples especies en peligro de extinción. Un destino protegido del tiempo y del espacio, donde es posible disfrutar de típicas comidas caribeñas e indígenas y saborear las exquisitas frutas tropicales. Después de visitar este espléndido lugar se llega a la conclusión de que aún es posible conocer un verdadero paraíso en la Tierra.
Uno de los principales proyectos turísticos en el país lo constituye la Isla de Colón, donde se encuentra la capital de la provincia de Bocas del Toro y su aeropuerto.
Esta zona ha venido promocionándose desde las instituciones nacionales con la creación de Centros de Facilidades Turísticas y de Interpretación, que sirven como puntos de información a los visitantes e impulsan las inversiones en la zona. El primero de estos centros que se inauguró fue el de Bocas del Toro, en la Isla de Colón. Hoy, la comunidad se encuentra lista para ser legalmente reconocida como una municipalidad turística a nivel nacional. Ya varios grupos europeos han invertido en restaurantes, fincas y bares, dándole un matiz cosmopolita a la zona.
Ahora bien, el mayor atractivo está en el entorno natural. La zona se encuentra rodeada de abundantes manglares y hermosos arrecifes coralinos, además de unas excelentes playas semi-desérticas. En el extremo norte de Isla Colón, las más recomendables son Bluff y Bocas del Drago, a 45 minutos en lancha o 20 en automóvil (desde la capital de la provincia, que se encuentra en el extremo sur de esta isla, a unos 25 km). Enfrente de Bocas del Drago se puede ver un conjunto de islotes, como grandes promontorios en medio del mar, repletos de vegetación y casi inaccesibles a los humanos, donde anidan infinidad de aves como el rabijunco piquirrojo, autóctono de Panamá. Entre estos santuarios destacan el de la Isla Escudo de Veraguas, al noroeste, en donde hallamos una nueva especie de murciélago frugívoro. Solo tres minutos le tomará el pequeño paseo en lancha hasta la Isla de Carenero, a tan sólo 300 metros de Bocas, y en la que podrá disfrutar de sus tranquilas playas.
La reserva natural de Isla Bastimentos
En el marco incomparable de este archipiélago se halla este Parque Marino Nacional de Panamá, el de Isla Bastimentos, que abarca 13 226 has. y comprende lagunas, manantiales, playas de aguas transparentes y blancas arenas, maravillosos jardines de arrecifes y costas de exuberante vegetación y biodiversidad. Constituye uno de los hábitats más hermosos e importantes en la actualidad. Se trata de una reserva natural de increíble riqueza, que abarca arrecifes coralinos, inmensas extensiones de manglares, playas de blanca arena y aguas cristalinas, y va desde la propia Isla Bastimentos y los pequeños islotes que la rodean, hasta los Cayos Zapatilla, que se sitúan hacia el sureste, a menos de una hora de vuelo desde la Ciudad de Panamá.
Con más de 13 000 hectáreas, en él encuentran protección ranas de especies autóctonas, perezosos, manatíes y tarpones. Además, anidan hasta cuatro tipos de tortugas, que desovan a millares en sus playas, aunque la especie más protegida y escasa es la Carey.
Paraísos del coral en Cayos Zapatilla
Los Cayos Zapatilla son dos pequeñas islas coralinas ubicadas dentro del Parque Nacional Marino de Isla de Bastimentos. Deben su curioso nombre a la forma de zapatilla que ofrecen si se las observa desde lo alto. Son conocidas entre los amantes del buceo por los inigualables lugares de inmersión con que cuenta y la enorme diversidad de su fauna marina. Los buceadores experimentados encontrarán un verdadero reto en las cuevas que proliferan por el arrecife de coral, donde también existe un largo túnel submarino por el que sumergirse, si las condiciones del mar lo permiten. La única manera de acceder al Parque Nacional Marino de Isla de Bastimentos es por mar, para lo cual será necesario contactar con una agencia de viajes (casi todas las de Panamá organizan excursiones a estas islas), o con el propietario de cualquier embarcación que se ofrezca al transporte de viajeros. Es recomendable que permanezca un día completo para poder disfrutar plenamente del ambiente que allí se respira y admirar el exotismo de la región.
A fin de mantener las condiciones naturales de estos parajes, el IPAT ha tomado las medidas pertinentes para el cuidado del medio ambiente, con el propósito de preservar sus valores ecológicos, sin menospreciar y dando atención especial a su natural condición de destino turístico incomparable. El Cayo Mayor, por su parte, cuenta con un pequeño muelle para facilitar los desembarcos. Por otra parte, resulta curioso destacar, en Cayo Menor, la existencia de un refugio utilizado ocasionalmente por los científicos que acuden a estudiar las tortugas verdes de la zona, por ser el lugar que prefieren estas especies para la puesta de sus huevos.
Las doradas y extensas playas de los Cayos Zapatilla son verdaderos lugares idílicos, paraísos de sueños y fantasía. Junto a ellas, la selva tropical, llena de cocoteros, contribuye a subrayar ese ambiente que le es exclusivo. Déjese llevar por la agradable sensación de estar fuera del tiempo observando las aves, paseando por la selva o simplemente relajándose al sol. No deje de visitar Bocas del Toro; de seguro, no se arrepentirá de conocer uno de los más exóticos y originales destinos turísticos de Centroamérica; las vivencias que incorporará a su caudal de experiencias como viajero serán únicas e irrepetibles.
¿CóMO LLEGAR?
Por aire: El medio más eficaz de llegar a Bocas del Toro es por avión. Aeroperlas (Tel.: 315-7500) y Mapiex (Tel.: 315-0888) son las compañías que ofrecen servicio desde las ciudades de David, Changuinola y Ciudad de Panamá (en una sola hora). Asímismo, posibilitan la conexión con otras regiones de Panamá. Teléfono de la oficina del aeropuerto de Bocas del Toro: 757 - 9341.
Por carretera: Desde la Ciudad de Panamá se toma la carretera Interamericana hasta la entrada de Gualaca (en la provincia de Chiriquí) y desde allí se enfila hasta Chiriquí Grande, desde cuyo puerto salen los ferries hacia las islas, en un trayecto que dura unas cuatro horas. También se puede coger un «taxi-marino», que lleva hasta la capital Bocas del Toro, en la Isla de Colón. Más cerca, desde la estación de David, Chiriquí, salen autobuses en línea directa con Chiriquí Grande (un recorrido de unos 100 Km.) Otro medio de llegar es desde San José de Costa Rica, cruzando la frontera en Sixaola, y viajando luego hasta el puerto de Almirante.