- El arte eterno
«La música es el hombre escapado de sí mismo:
es el ansia de lo ilímite surgido de lo limitado
y de lo estrecho: es la armonía necesaria, anuncio
de la armonía constante y venidera».
José Martí
Cuando escuchas el sonido de un arpa en el éter, es la señal de la primera emisora de este tipo en América Latina: el identificativo de CMBF, Radio Musical Nacional. La danza cubana Los tres golpes, de Ignacio Cervantes, permite reconocerla desde que nació el 25 de abril de 1948, bajo la dirección del musicólogo, pianista e investigador Orlando Martínez, a través de la onda musical del circuito CMQ, desde Radiocentro, La Habana, donde mismo está hoy la histórica cabina de Radio Reloj.
El gran acontecimiento cultural que fue la Revolución Cubana abrió las puertas para que extendiera sus transmisiones a todo el país, adoptara su nombre definitivo, y, en octubre de 1961, se convirtiera en cadena nacional, como parte del nuevo sistema radial. La excelencia de sus transmisiones le permitió asumir una nueva responsabilidad social, en función de que la promoción del gusto por la música clásica internacional y cubana fuera acompañada de una mayor información cultural. Se introdujeron entonces los espacios informativos sobre el acontecer cultural y artístico, y lo más importante, una mayor presencia de la música cubana: autores como Alejandro García Caturla, Antonio María Romeu, Ernesto Lecuona, cuyas obras hasta ese momento se difundían excepcionalmente.
Para 1985, y a partir de la dinámica del desarrollo cultural, CMBF ejecutó cambios más profundos y radicales en todos los niveles de la estructura radial, desde la programación extendida a veinticuatro horas, hasta el contenido de los programas, la forma de comunicación y la relación con los oyentes. La emisora cuenta hoy con más de cuarenta espacios dedicados a la música de cámara, sinfonías, óperas, zarzuelas, música de ballet, conciertos, jazz, música coral, sacra, antigua y contemporánea, en los que participan de forma habitual relevantes personalidades del arte y la literatura de la Isla.
Los programas Teatro de la Ópera, Concierto Matinal y Concierto de Gala fueron los primeros que integraron la tira de programación de la emisora. De ellos, ha persistido en el tiempo Teatro de la Ópera, que desde hace cincuenta años escribe y dirige el Maestro Ángel Vázquez Millares, historiador privilegiado de CMBF, artista emérito, Premio Nacional de Radio y Orden del Caballero, otorgada por el gobierno italiano a propósito de su labor de difusión de la música operística internacional, quien además mantiene al aire otros programas como Zarzuelas y Operetas, y La Ópera.
Otro notable aporte lo hace por más de cuatro décadas el destacado compositor y Maestro Juan Piñera, parte indiscutible del alma de la emisora, a través de la promoción de la música cubana con los programas Intérpretes cubanos, Compositores cubanos, La música en Cuba, Música contemporánea y Del canto y el tiempo, dedicado a la música iberoamericana. Otro consagrado es el destacado guitarrista clásico Luis Manuel Molina, quien labora desde hace veinticinco años en la planta y realiza los programas Amigos de la guitarra, Música antigua y Músicos en el tiempo, este último dedicado a importantes efemérides de la historia de la música.
También es necesario resaltar la labor del doctor Pedro Pablo Rodríguez, quien con la sección «Martí, la justicia y el arte» hace llegar con sistematicidad la presencia indispensable del apóstol, y del director orquestal Jorge López Marín, que defiende el indispensable programa Música de cámara, así como de Jorge Pérez Jaime, director radial, con sus Tardes de concierto, que facilita difundir un alcance masivo de la programación que ofrecen habitualmente las salas de concierto de la Oficina del Historiador de la Ciudad, en estrecha complicidad y colaboración con Habana Radio.
Forman parte de la identidad sonora de esta emisora los locutores Mirian Espino, por más de veinte años, y Julio Ramón Pita, por más de una década. Es de destacar el valioso esfuerzo de los profesionales de todas las especialidades que laboran en la emisora, quienes hacen realidad la programación: directores de programas, locutores, escritores, periodistas, asesores, colaboradores, trabajadores, e incluso jubilados.
Porque CMBF tiene, además del oyente ocasional, un público cautivo, propio, fiel, que a diario les hace a los realizadores determinadas peticiones en programas que gozan de su preferencia. Ejemplo de ello son Música a la carta y La esquina del jazz, en este caso conducida por la melodiosa voz de Miriam Ramos, que ofrece informaciones nacionales e internacionales sobre el acontecer de estos géneros.
En la actualidad, la programación es muy variada, y transmite en audio real por Internet, a partir del interés por una mayor interacción con sus públicos. Es posible compartir comentarios, preferencias, y seguir sus publicaciones mediante Twitter y Facebook, desde lenguajes de programación acordes a estos nuevos propósitos en la página web, hospedada por el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) (http://www.cmbfradio.cu/).
Para escuchar CMBF no hay que ser especialista o músico, sencillamente hay que tener sensibilidad artística. ¡Disfrute del arte eterno!