Entrada a Art Marbella 2018.
Úrsula Salvador, marchante de arte y miembro del comité de selección de Art Marbella.

Calidad vs. cantidad. Sinónimo de madurez en un evento que ya puede darse el lujo de escoger a sus participantes, entre los que hubo una amplia representación del sur y del norte de América

En la cuarta edición de Art Marbella -la feria de arte moderno y contemporáneo que tuvo lugar entre el 21 y el 25 de julio en el Palacio de Congresos Adolfo Suárez, de la Costa del Sol- hubo menos galerías representadas, pues sus organizadores prefirieron brindar más espacio a expositores y proyectos especiales.
Calidad vs. cantidad. Sinónimo de madurez en un evento que ya puede darse el lujo de escoger a sus participantes, entre los que hubo una amplia representación del sur y del norte de América, lo que, de alguna manera, permitió al público europeo acercarse a las maneras de hacer de los creadores de este lado del mundo.
Arte por Excelencias -media partner de la Feria desde hace un par de años- conversó con Gabriela Rosso, directora de Rofa Project, una galería ubicada en Washington, que acude por tercera vez a Art Marbella, y también con Úrsula Salvador, de la USC Miami.
Rofa Project se define como una plataforma para promover la conciencia social y cultural del arte contemporáneo latinoamericano. Trabajan aproximadamente con treinta artistas emergentes de España y Latinoamérica, que tienen «un discurso asociado a visiones diferentes de los procesos sociopolíticos con los que convivimos a nivel mundial».
Gabriela Rosso nos confirma que han tenido muy buena experiencia en la Feria: «Por eso volvemos». Este año han traído obras de Alejandro Pintado, «un artista mexicano que aborda el arte a través de la historia; de los uruguayos Daniel Batalla y Gustavo Serra, que han seguido la corriente de la Escuela del Sur, fundada por Torres García en 1936, pero añadiendo elementos de lo contemporáneo; o Yosman Botero, un joven colombiano que usa como referencia a grandes maestros como El Bosco o Van Gogh, y que, con una técnica impecable, pinta capas y capas de acrílico para crear un efecto tridimensional».
Fuera del stand de Rofa Project, seduce la instalación de pequeñas pinturas sobre madera The shrine of the american dream (El santuario del sueño americano), del chileno Edgar Endress. En él, el artista parte de patentes que se presentaron en Estados Unidos, «patentes que fallaron, que nunca fueron aceptadas. Él las investigó y consiguió estos dibujos maravillosos, que simbolizan la ironía del sueño americano».
A su lado, Puertas al mar (2018), de Santiago Velez. En ella, el colombiano se acerca al tema de la emigración, tan tristemente de moda en las fronteras de Europa y Estados Unidos. En un collage aparece una familia de refugiados, envueltos en las típicas cobijas metálicas, mientras tres banderas muestran fotografías de las puertas originales que Velez lanzó al mar en tres puntos calientes: el Mediterráneo (frontera África-Europa), el Golfo de Urabá (Colombia-Panamá) y el Estrecho de la Florida (Cuba-Estados Unidos).
«Él lanza las puertas al mar, porque su planteamiento es “vamos a abrir las puertas del mar a la emigración”. Su propuesta es súper poética», nos dice Gabriela. «Geopoética del agua» le llama Santiago.
Por su parte, la galería USC Miami trajo por primera vez a España a la pintora y muralista mexicana Bibiana Domit, muy conocida en su país, en Estados Unidos y en Oriente Medio. «Estamos muy contentos de traerla a Marbella, porque es una artista que transmite en sus pinturas mucha luz, mucha paz. A través de un simple trazo puede transmitir el alma de una persona, tanto en sus retratos como en los murales», nos comenta Úrsula Salvador, marchante de arte y miembro del comité de selección de Art Marbella. Las obras que expone aquí están llenas de «positivismo y amor por la vida. Esta serie retrata la esencia de la persona. No la cara, no el cuerpo, sino la esencia, esa que es tan simple y tan profunda, que va más allá del drama humano y nos une a este mundo más real. En mis murales lo que busco es recordar lo que somos. En esencia, los seres humanos somos alegría, esperanza, vida, paz, armonía».
Así lo hemos podido oír en la voz de la propia Bibiana, a través de Mecenas 2.0 Cultural Management, una plataforma que -en colaboración con Art Marbella- ha puesto en marcha la primera experiencia transmedia en una feria de arte. Algo tan sencillo como escanear un código proporciona a las galerías un canal para que el público escuche a los artistas desde sus móviles. Así hemos conocido las propuestas de Doble Zeta Art Galery (Argentina), Galería de las Misiones (Uruguay), Ricart Gallery (Estados Unidos) y Proyecto H Contemporáneo (México). También la de las españolas Carreras Mujica (Bilbao); Max Estrella, Flecha, Gaudí, Pilares, Fernando Latorre, Lucía Mendoza (Madrid); Aurora Vigil-Escalera (Gijón); Javier Román (Málaga), Xavier Fiol (Palma de Mallorca); Pedro Peña, Bella Época, Es Arte y Art Wanson (Marbella); Contrast, Carles Taché, Valid Foto, Miquel Alzueta, 3 Punts (Barcelona); Arancha Osoro (Oviedo), Art Nueve (Murcia), Punto (Valencia), Rodrigo Juarranz (Aranda de Duero), Espacio Olvera (Sevilla), MAC Florencio de la Fuente (Cuenca) y Art-
Unity (Granada).
 
Programa VIP
El programa VIP para coleccionistas y marchantes de arte de Art Marbella 2018 incluyó visitas al Museo Pompidou y al Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. En el primero, los asistentes pudieron disfrutar de Jean Dubuffet y de la nueva colección permanente Utopías modernas, con obras de Vladímir Tatlin, Marc Chagall, Le Corbusier, Robert Delaunay, entre otros creadores que reflejaron en su arte los ideales y las quimeras de la humanidad.
Arte por Excelencias también participó en los Gallery Walk, lo que nos permitió conocer algunas de las galerías afincadas en Marbella y sus proyectos actuales. En Es. Arte Gallery disfrutamos de la exposición Tierra de hambre, comisariada por Marifé Nuñez; en la sueca Wadström Tönnheim de Andalucía contemporánea, con artistas que han nacido o residen actualmente en esta comunidad
española; mientras que en So What Studio exploramos el particular universo de la argentina Paula Vincenti y la malagueña María Egea, cuyas obras estuvieron en el VIP Lounge de la Feria, inspirado este año en La dolce vita.
También visitamos el Museo Ralli, que -junto a sus otras cuatro sedes internacionales- alberga la mayor colección de arte latinoamericano del mundo. Entre sus joyas encontramos varias litografías del cubano Wifredo Lam y esculturas del español Salvador Dalí, que actualmente se exponen junto a una retrospectiva del chileno Roberto Matta e importantes obras del argentino Movimiento Espartaco.
Art Marbella también tuvo espacio para varios proyectos especiales: un pueblo andaluz convertido en museo de arte (Genalguacil Pueblo), un complejo de apartamentos turísticos de Málaga que ha hecho de los muebles de diseño su principal atractivo (el Museo-XX Century Signed furniture), la unión entre moda y pintura de los kimonos de Arena Martínez, la soledad e incomunicación de estar encerrados en casa o en nuestros micromundos (In_House, con creadores marbellíes y comisariado por Adolfo Sánchez Flores), o una representación del arte contemporáneo de Irán, un país tan desconocido como hermoso (Sholeh Abghari Project).
Además de organizar In_House, el Ayuntamiento de Marbella concedió -por primera vez en la historia de la Feria- un premio de cinco mil euros para la adquisición de la obra Exercises on abstraction, serie V, de la artista bilbaína Erlea Maneros Zabala, que pasará a formar parte de la colección del Museo de Grabado.
Precisamente, y coincidiendo con la Feria, en el Museo del Grabado se inauguró la exposición inédita La música gráfica de Jaume Plensa: grabaciones y últimas ediciones, comisariada por Chema de Francisco, en la que hasta el 8 de septiembre se muestra una instalación sonora del artista catalán junto a un intenso repaso por su obra gráfica.
También se organizaron sendas fiestas en los hoteles patrocinadores de la Feria: Puente Romano y Marbella Club, dos de los más lujosos y emblemáticos de la Costa del Sol; en el Marbella Club -en su día la residencia privada del príncipe Alfonso de Hohenlohe-Langenburg-, la galería Art Wanson inauguró la exposición 50 Pop icons, un recorrido por la historia del Pop Art, con dieciséis artistas internacionales, entre ellos Lichtenstein, Warhol, Hamilton, Wesselmann, Eduardo Arroyo, Hockney… y los cubanos Javier Guerra y Tomey.