Anima Mundi: El rock progresivo cubano de gira en Europa
«Tocar en Europa nos da muchas posibilidades, como la de reconectarnos con nuestras raíces». Así comentó Roberto Díaz, líder y guitarrista de la banda Anima Mundi, desde hace veinte años una de las agrupaciones más interesantes del rock progresivo gestado en el Caribe. En octubre de 2018 Anima Mundi fue nuevamente de gira a Europa, tocando en teatros y escenarios de primera importancia en la escena rock, enseñando que la música de Cuba es más de lo que la gente cree.
Desde la perspectiva del progresivo moderno, la banda, en su veinte años de carrera musical, ha alcanzado un sonido distintivo, un estilo creativo y emocionante, mezclando diferentes influencias —rock sinfónico, experimental, sicodélico, space rock, hard rock, celta, blues, jazz, metal, industrial, ambiental, folk…— donde siempre queda el eco de la cultura cubana, aunque en principio no aparezca visible. «Entre todos los músicos que fueron parte de la banda, que se fue cambiando en el tiempo, representamos una parte de la cultura cubana que no tiene mucha resonancia», explicó Roberto.
Generalmente todo el mundo asocia más a Cuba con la música afrocubana y tropical, dejando al lado otras raíces. Anima Mundi es también un resultado de ese tronco occidental que tiene Cuba: familias españolas, mezcladas con franceses, portugueses, alemanes… «La gente va buscando la mezcla que se considera típica, pero nosotros también nos sentimos parte de la música cubana y tenemos muchos de sus elementos no visibles, sino implícitos. Porque no lo hacemos evidentes, pero de alguna manera representamos este otro lado: ni lo visible, ni lo que la gente busca en Cuba».
Y así surge la importancia de redescubrir un valor no siempre perceptible. «En Europa tenemos esa retroalimentacion que necesitamos, un reencuentro con esas raíces». De hecho, con sus últimos trabajos, shows y giras, Anima Mundi ha conseguido una visibilidad importante, quedando entre las mejores bandas de 2018 según la revista especializada The Prog Mind, que ubicó también en el lugar cinco de los top 10 drummers 2018 a su baterista, Marco Alonso.
La gira de ese año —Holanda, Alemania, Polonia, Italia, Francia, de vuelta a Holanda y de regreso a Cuba— fue la más hermosa, según el líder, en cuanto demostración de un «alcance de balance que a veces se pierde porque se va un miembro. Como Cuba es un país con un constante movimiento de gente hacia el exterior, hay personas que salen con otros motivos, pero no ha sido el caso nuestro». Para un músico cubano tocar en el extranjero y tener una confrontación con la realidad musical de afuera, a veces idealizada, es fundamental. «Tener la posibilidad de hacerte escuchar, de tener tu propia voz es muy importante para alguien que vive en una isla.
»Hay un fenomeno interesante para el crecimiento humano en el salir de tu país y de un sistema socioeconómico y político que han querido aislar. Para nosotros —Roberto Díaz, Virginia Peraza, Yaroski Corredera, Marco Alonso, Aivis Prieto Bauta— es una especie de necesidad, de feedback para saber quiénes somos, qué estamos haciendo, cuál es nuestra valía. En todas las ocasiones en que hemos estado en Europa nunca tuvimos otros intereses».
El grupo se encuentra ahora en el trabajo compositivo para el nuevo disco —tercero de la trilogía con I me my self e Insomnia—, que saldrá en el 2020, cuando se cumplirán diez años del lanzamiento de The way, álbum que marcó una etapa creativa de la banda centrada en el rock sinfónico de alto vuelo, y que le valió la invitación a tocar en festivales y conciertos europeos. «Queremos seguir ante todo tocando y haciendo música. Pienso que nos encontraremos enfrentando un trabajo compositivo con nuevas y diferentes intenciones e ideas musicales, con altos niveles de experimentación, los cuales buscan expandir las fronteras de la banda más que nunca».
Y no son solo fronteras musicales las que van abriéndose. Lo que los músicos traen de vuelta son ideas, influencias, inspiraciones nuevas y sobre todo conciencia de quiénes son ellos mismos, de su cultura poliédrica y fascinante, de las sendas que en la vida van a desear emprender con una perspectiva más consciente y profunda. «Todo lo que entra te transforma. Te transforma en otra persona. Es como un amplificador entrar y salir. Va a ser siempre un crecimiento».