Cuando pensamos que Centroamérica tiene sólo 522 775 kilómetros cuadrados, no dejará de sorprendernos que en tan pequeño espacio, contenga tal variedad de destinos y atractivos turísticos. La magia y el misticismo de las culturas indígenas presentes, es un bien común de las siete naciones de la región. Más de 40 grandes grupos étnicos conservan sus ancestrales modos de vida apegados al medio natural, arraigadas tradiciones, idiomas propios, ritos y artesanías. Todo esto junto a la promesa de una de las ofertas más variadas de disfrute en cuanto a diversidad de posibilidades, pues hay de todo durante todo el año, lo mismo para los amantes de la naturaleza, que para quienes desean sitios aislados del mundo al borde de una playa solitaria o se sientan atraídos por la historia y la cultura. La región le ofrece, además, siete capitales de arquitectura ecléctica, algunas de ellas declaradas Patrimonios Culturales de la Humanidad, con amplia gama de alojamientos, centros de convenciones, campos de golf, museos, centros comerciales, mercados de artesanías y múltiples amenidades, todo lo cual tiene el ingrediente que suponen la hospitalidad, el buen clima y la inmensa riqueza cultural y natural que atesora Centroamérica.
Viajar a este país es como irse varios siglos atrás en la historia y la muestra son sitios tan especiales como Tikal y la Antigua Guatemala
Guatemala, alma de la tierra Viajar a este país es como irse varios siglos atrás en la historia. Para empezar, está la Antigua Guatemala, joya de la era colonial donde todo está tocado por la presencia del pasado; y para continuar, los tesoros que albergan sus bosques vírgenes, intactos; su naturaleza exuberante, sus lagos, ríos y playas. Del legado Maya, Guatemala exhibe joyas como Tikal, Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad y considerado el corazón de esta civilización; y Yaxhá-Nakum-Naranjo, Dos Pilas, Aguateca, Cancuén, Mixco Viejo, Iximché y Tokalik Abaj. La ruta a través de estos monumentos permite disfrutar de los paisajes, del bosque, pues todas estas antiguas ciudades o templos Mayas, están directamente situados en medio de muy ricos escenarios naturales. Ese rinconcito de Caribe guatemalteco que es Izabal y muchos de sus parajes en el Pacífico, como Monterrico, San José y Sipocate, también valen la pena en este país que exhibe una de las biodiversidades más importantes del planeta.
Belice tiene una gran riqueza natural y patrimonial; y en 300 km de costas alberga algunas de las mejores playas de la región, provistas de buenos alojamientos y numerosas propuestas de deportes náuticos
Belice, maravillosa aventura País de bosques densos y el exótico sabor a sal y mar del Caribe con una costa de 300 kilómetros de longitud, playas preciosas con buenos hoteles y variada oferta de deportes náuticos. El litoral está protegido por una extensa barrera de coral, lo que hace inmejorable la oferta de buceo con opciones tan singulares como el baño con tiburones. El turismo náutico, por eso, es una de las grandes atracciones, apoyándose también en la existencia de múltiples cayuelos que suelen incluirse en los seafaris organizados desde marinas en tierra firme. Aunque la población beliceña no pasa del cuarto de millón de habitantes, es exponente de una gran variedad y riqueza de culturas y tradiciones, que en su convivencia diaria han creado un idioma singular: el kriol, mezcla peculiar del inglés –la lengua oficial–, con dialectos mayas, africanos, garífuna y español.
El Salvador, esencia de Centroamérica El Pacífico baña en este país algunas playas agradables como La Libertad, Punta Roca, Zunzal, Costa del Sol y Las Flores. Varios volcanes están presentes en la geografía del país y a la erupción del Loma Caldera, se debe hoy la existencia del sitio arqueológico Joya de Cerén, comunidad Maya sepultada por las cenizas en el año 600 D.C. y que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad, por ser referente de los modos de vida y costumbres de los antepasados de esta civilización. Para los amantes de modalidades ecoturísticas, El Salvador depara intensas jornadas de exploración de volcanes, práctica de rappel, kayak y canoa o balsa en los ríos Lempa y Paz; o senderismo en los Parques Nacionales Montecristo, Perkin, Cerro Verde y El Imposible. Las ciudades de Chalchuapa, Izalco, Concepción de Ataco y sobre todo, la encantadora Suchitoto, atesoran un intacto ambiente colonial.
La Ciudad Luz de Copán es la más genuina expresión del esplendor de la civilización Maya que tuvo uno de sus grandes asientos en Honduras, hoy una promesa por su naturaleza intacta y el litoral casi inexplorado que bañan las aguas del Mar Caribe
Honduras, un país, tres mundos La diversidad cultural, arqueológica y natural hace de este hermoso país una tierra llena de emociones que vivir y descubrir. A Honduras se le conoce también como la «Pequeña Amazonas de Centroamérica»; y entre sus tesoros tiene a la Ciudad Luz de Copán, centro cultural Maya; las islas de Utilla, Roatán y Guanaja, en las que el mundo identifica, uno de los más destacados destinos internacionales para los amantes del buceo. Son también agradables su capital Tegucigalpa y ciudades que aún conservan intactos sus antiguos centros históricos de la etapa colonial como Comayagua y Gracias.
Con sus volcanes, lagos inmensos, ciudades coloniales como Granada y León, bosques tropicales y playas paradisíacas, Nicaragua se abre paso entre las preferencias de quienes viajan a Centroamérica
Nicaragua, mucho corazón Precioso país, de selvas, lagos, volcanes y gente maravillosa. Tiene 130 700 kilómetros cuadrados, los dos lagos más importantes de Centroamérica y costas al este, hacia el Caribe, donde están Bluefields y Corn Island –cayo de corazón verde y playas de finas arenas blancas–; y también, hacia el poniente, cuyo litoral baña el Océano Pacífico con playas excelentes como Aposentillo, Montelimar, Ponoloya, Chococante, Majagual y El Coco. En Managua, la capital, se encuentran diversos atractivos; y para disfrutar la Nicaragua interior, los operadores turísticos ofrecen lo que se da en llamar La Ruta Verde o del Café, circuito que cruza el corazón natural del país, cerrando un círculo a través de Matagalpa, Jinotega, Nueva Segovia, Madriz y Estelí. Por el camino, las ofertas se suceden, desde el rapel en saltos de agua, senderismo y canopy en cráteres de volcanes; y la singular aventura de hacer ski sobre arena, en el volcán Cerro Negro. Una parada esencial es Masaya, con su Parque Natural, el volcán del mismo nombre, la laguna y su ciudad tranquila y típica donde adquirir excelentes souvenires artesanales. Ahora bien, quien disponga de poco tiempo, no dude en ir directo a Granada, típica ciudad colonial cuya fundación data de 1524 y está considerada la mejor conservada de su tipo en Centroamérica.
Costa Rica, el viaje de su vida San José, capital y principal acceso, apenas se vuelve una ciudad de paso para muchos visitantes que vienen a este país atraídos por su fama de gran paraíso ecológico. El viajero también percibe esta condición de inmediato y disfruta sin presiones de la belleza natural del paisaje, donde se conjugan playas de doradas arenas como en Manuel Antonio; o de blancura brillante, como en Conchal; y riachuelos, volcanes, lagos, montañas, llanuras y floresta exótica. Las selvas de Corcovado y el verdor fosforescente del bosque lluvioso de Monteverde, son de magna belleza. En pocas horas el viajero puede alternar la embriagante travesía por los canales de Tortuguero, o la excitante aventura en balsa por los rápidos del Río Reventazón, con la vida mundana de la Meseta Central, disponiendo de hoteles de primera y amenidades diversas, lo mismo en medio del bosque, que en poblados y ciudades. De norte a sur y de este a oeste, el país comprende una amplia variedad de climas y topografía, lo que le hace lucir una magnífica biodiversidad.
Panamá es un verdadero paraíso con ingredientestan atractivos como sus playas, la ciudad capital, algunas de sus islas y su naturaleza
Panamá, la ruta por descubrir Considerado destino turístico indirecto por la presencia del Canal Transoceánico de Panamá desde hace tiempo, ahora es que se pone de moda y con mucha razón. La ciudad capital, por ejemplo, tiene uno de los aeropuertos más importantes y dinámicos de Latinoamérica, ha devenido centro de inversión inmobiliaria y demandada plaza para el turismo de congresos. El país tiene playas excelentes y en sus mares, maravillas como la isla de Kuna Yala, Taboga, San Blas, Contadora y el aislado, pero sorprendente, archipiélago Bocas del Toro, todos ideales para evadirse del mundo real durante unos días. El Parque Nacional Darién, Patrimonio de la Humanidad, cuya distante ubicación hacia la frontera con Colombia, le mantiene en un puro estado de virginidad; y la provincia de Chiriquí, en dirección contraria, son dos de sus mejores escenarios naturales.
Costa Rica - Nicaragua – Panamá: un combinado de lujo. Los turoperadores que trabajan esta región consideran este circuito como uno de los mejores repasos al variado mundo centroamericano. En Costa Rica incluye su capital, San José, así como al Volcán Arenal, Peñas Blancas y también Liberia, entre otros sitios a elección; mientras que en Nicaragua están la hermosa ciudad colonial de Granada, la isla de Ometepe en el lago Nicaragua, el volcán Maderas y Concepción, además de la dieciochesca Ciudad de León, los Hervideros de San Jacinto y la región de Masaya, con su volcán, lago y ciudad. Un último momento regala en tierra panameña el maravilloso archipiélago de Bocas del Toro, integrado por 68 pequeñitas islas tropicales en las que se localizan hospedajes, marinas y otras facilidades y a elección extensiones a Ciudad Panamá, la hermosa provincia de Chiriquí o, en dirección sur, el Gran Parque Nacional de Darién. Circuitos que siguen antiguas rutas Mayas o de la época colonial y en los que se incluyen como principales atractivos los volcanes y parques naturales asociados, son de frecuente presencia en las propuestas
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