Por su condición de país insular, agrícola y ganadero, la República Dominicana ofrece una variedad de atractivos platos donde se mezclan las influencias taínas, europea y africana, en una explosión de sabor rico en matices y condimentaciones.
La cocina dominicana se caracteriza por ser fuente que utiliza los ingredientes que hay más a mano y que ofrece la naturaleza.
Por ejemplo, la carne de vacuno que antes se empleaba con frecuencia, no es corriente hoy en día, porque la mayor parte se exporta. En su lugar se toma pollo, cabra o carnero, que servido con alubias pintas y arroz, compone «la bandera dominicana». Cada ama de casa tiene su propia receta para elaborar este plato de consumo diario. Si no lleva carne se denomina moro de habichuelas, bañado con una especie de salsa.
La historia de este típico plato se remonta al siglo XVII, y aparece registrado en los anales como «el siglo de la miseria». En aquellos tiempos, y casi sin excepción, la gente era tan pobre que únicamente se podía alimentar de lo que producía la propia huerta. Son muy populares también el mondongo, una sopa de calabaza con callos cocidos de sabor fuerte; la sopa criolla dominicana, una sopa de verduras espesa y picante, y el sancocho, un sustancioso cocido de carne, derivado gastronómico del cocido español. Cada región del país tiene su estilo peculiar para prepararlo.
Una variante dominicana de la paella española son los locrios, que por desgracia muy raramente se encuentran en los menús. Pero en algunos sitios hay locales en los que se puede encargar. Al parecer las damas de la corte que llegaron a República Dominicana en la época de la conquista, sustituyeron los ingredientes de la paella, adaptando la receta a los condimentos que encontraron en la isla. Cambiaron el azafrán por la bija, y dando rienda suelta a la imaginación crearon esta fórmula básica que da origen al sabroso locrio dominicano.
Otro de los platos típicos dominicanos es el Che chén, plato del sur que consiste en maíz partido en trozos pequeños y hervido durante horas con diversas especias. Se acompaña de chivo guisado.
El mangú ocupa un lugar preferente particularmente en el desayuno que los dominicanos. Consiste en un puré de plátano suave, con mantequilla, bien encebollado.
MANJARES DELICIOSOS EN LOS PUESTOS CALLEJEROS Entre las especialidades del país que se venden en puestos ambulantes están los chicharrones, crujientes cortezas de cerdo, o chicharrones de pollo, trocitos de pollo frito. Asimismo se pueden adquirir morcillas y longaniza picante.
Deliciosos en grado sumo son los chimichurris, que a veces se sirven como las hamburguesas con ensalada y salsa, o se preparan con trocitos de sabroso jamón asado. También puede encontrar en alguno de los puestos de tarde o tiendecillas de pueblo casabe o catibía, el único resto culinario de los taínos, antiguos habitantes de la isla. El casabe se hace con harina de yuca cocida sobre un plato grande de barro, y las catibías son empanadas de harina de yuca rebozadas.
Para picar se prestan los pastelones, tartitas de carne, los pastelitos, empanadas de carne, las bolitas de yuca o el yanikeke, la versión dominicana de los Jonny Cakes, o tortitas de harina fritas, que trajeron los emigrantes de la vecina isla de habla inglesa. Éstos pueden encontrase en freidurías de algunas playas como por ejemplo en Boca Chica.
PESCADOS, MARISCOS Y DULCES Delicioso es sin duda todo el pescado fresco, los cangrejos y las langostas recién sacados del mar, que van directamente a la parrilla, y se pueden comprar en el momento. Un delicioso manjar es el famoso lambi, (carne de caracol gigante en trocitos). Y si usted viaja a la península de Samaná podrá probar el pescado con coco, cocido en leche de coco.
Los dulces son muy populares entre la población local: el caguil, la naranja, la rechosa, o el melón, una especie de gominola dulzona de frutas. Son riquísimos los cocoyuca, flan de trocitos de coco, y el majarete, un pudín dulce de maíz.
El Chacá, también a base de maíz es un postre preparado con leche, azúcar y canela, así como leche de coco.
Por Semana Santa, se vende en los chiringuitos, mercados y algunos restaurantes locales la habichuela dulce, que es como un puré dulce hecho de alubias, boniatos, copos de coco y leche condensada dulce.
BEBIDAS En la República Dominicana no hay esquina donde no se pueda tomar al menos una cerveza fresca. Entre las locales la mejor es la "Presidente", seguida de "Bohemia" y "Quisqueya". Por supuesto, el turista puede disfrutar de las cervezas de exportación que todas se expenden en el país.
El ron es, para los dominicanos, el elixir de la vida, si es posible se toma sólo y sin hielo. Los fabricantes más importantes como Barceló, Brugal y Bermúdez producen este licor amarronado en distintas graduaciones. Los mejores son los añejos con varios años de crianza.
El «Cuba Libre», ron con hielo, coca cola y limón procede de Cuba, pero sabe igual de bien en República Dominicana. La piña colada, invento de la isla vecina, Puerto Rico, se hace con zumo fresco de piña mezclado con crema de coco, está entre las delicias del país.
Se acostumbra a tomar agua de coco por su sabor refrescante. Hay muchos puestos al lado de la carretera para degustarla.
María José Gómez-Serranillos© 2010 Copyrights EXCELENCIAS GROUP. Todos los derechos reservados.