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Las palmas tropicales

Las palmas y sus especies Las variedades de palmas son incontables; en Brasil se conocen más de 500 especies, otras son características sólo en el sur de México, Perú, Ecuador y Colombia, Haití o Martinica, pero lo cierto es que toda la América tropical está poblada de estos generosos árboles a los que, tal vez por formar parte del entorno cotidiano, no apreciemos en todo su valor. Entre las palmáceas se cuentan tanto pequeños arbustos de gran valor ornamental, como variedades sobresalientes por su altura y esbeltez que brindan al hombre innumerables beneficios. La generalidad de las palmeras son plantas siempre verdes, de tallo recto sin ramas y coronado por un penacho de hojas grandes, cuya belleza -si fuera éste su único atributo- bastaría para que se les considerase como un don de la Naturaleza.

Utilidad de las palmas Las variadas especies de palmas aparecen, en el reino vegetal, entre aquellas de las cuales el hombre obtiene múltiples utilidades:

Para la alimentación. El palmiche, fruto que en abundantes racimos producen distintas variedades de palmas como la real, la barrigona y la cana, es un excelente alimento para cerdos, que no sólo les hace aumentar de peso con rapidez, sino que además comunica un exquisito y especial sabor a sus carnes y grasas, tan gustadas por los caribeños y con las que son elaborados algunos de los platos típicos de estos países. Pudiéramos decir que esta es una contribución "indirecta" de las palmeras a la alimentación humana, pero hay otras mucho más directas; así por ejemplo, frutos de palmeras como los cocos y los dátiles son altamente apreciados, no sólo para su consumo al natural sino también para la elaboración de confituras, helados, bebidas y otras delicias del paladar. El aceite de coco es muy valioso en la repostería; existen además, palmeras oleaginosas como la llamada palma africana, cultivada en Brasil, Haití y Honduras, cuyo aceite refinado se emplea en la elaboración de margarina y mantequilla reposteras; las palmas babasú, cohuna, ouricuri, tucum y murumurú del Brasil, son también productoras de líquidos oleosos. Entre los sacaríferos, aunque menos explotadas industrialmente, se encuentran también dos palmáceas: la palmera azucarera y la palmera datilera.

Para la vivienda. Las aves no representan la única especie del reino animal que se ha servido de las palmas para construir su hogar; también el hombre, desde inmemoriales tiempos, las ha utilizado para buscar abrigo del sol, la lluvia y las tempestades.

Las tablas de palmas, extraídas de su tallo, han servido tradicionalmente para la construcción de casas campesinas;

para el techo se emplean las hojas secas de la palmera o guano, con preferencia las de la llamada palma cana, de mayor duración; las yaguas, bases ensanchadas de las hojas de la palma real, han sido empleadas también para estos fines.

Muebles rústicos pueden ser construidos con troncos de palmas. Usos múltiples. Entre las plantas textiles que producen fibras semejantes a las del henequén, está la palma de ixtle mexicana; la fibra de corteza de coco se emplea para cepillos, esteras, alfombrillas y tapicería entre otros usos. Varias especies de palmas que crecen en la América tropical son la fuente de fibras para cepillos, conocidas comercialmente con el nombre de piassava o rafia.

Los sombreros de jipijapa -símbolo de elegancia al menos durante la primera mitad del pasado siglo- se confeccionan con las hojas de la toquilla o bombonaje, palmera que crece espontáneamente en los bosque húmedos desde el sur de México hasta el Perú y es cultivada en Ecuador y algunos lugares de Colombia. Con las hojas de la palma de yarey, muy común en Cuba, también se fabrican sombreros, cerones, cestos, sogas y otros objetos o utensilios. Los aceites extraídos tanto del coco como de otras de las especies de palmeras oleaginosas, además de su empleo para la alimentación, son usados con gran éxito en la producción de jabones, champú, perfumes y otros cosméticos.

Cristal anti-balas y combustible No se asombre, no hay ningún error, seguimos hablando de palmas: el aceite de la palma babasú, del Brasil, está considerado como el más importante de los de su tipo en el Nuevo Mundo; refinado tiene utilización como sustituto del de coco en confitería y pastelería y para la obtención de jabón; pero este aceite es empleado, además, en la fabricación de cristal a prueba de balas, de explosivos, de lubricantes y como combustible para motores Diesel.

Las palmeras y el arte Variados objetos artesanales pueden ser elaborados con cada uno de los componentes de la palma: la palma marfil, de Colombia, posee un fruto duro como el marfil del cual se hacen curiosos objetos que lo imitan; las hojas de palmeras, trenzadas o tejidas, son utilizadas para la confección de artísticos sombreros, cestos, floreros, carteras o abanicos; las fibras de la corteza del coco y de otras variedades palmáceas son aplicablemente utilizadas en la artesanía. Por su belleza y prestancia, las palmas han sido el motivo de inspiración para pintores y poetas. En Cuba, donde es imposible concebir el paisaje sin la presencia de la palma --ésta aparece como símbolo de nacionalidad en el escudo-, muchos pintores de diversas épocas se han inspirado en el árbol nacional; también los poetas y escritores la han plasmado en sus obras. José Martí, Apóstol de la independencia cubana, se autodefinía así en sus Versos Sencillos:

Yo soy un hombre sincero De donde crece la palma; Y antes de morirme quiero Echar mis versos del alma.

Las palmas ¡Ay! Las palmas deliciosas... Las palmas, como toda nuestra espléndida vegetación, deben ser protegidas de la tala indiscriminada; hay especies de palmeras que viven hasta 200 años o más, durante todo ese tiempo brindan los beneficios de sus hojas, contribuyen a la conservación del medio ambiente y ofrecen a la vista el espectáculo de su belleza y gallardía. ¡Cuidar nuestras palmas es una forma de cuidar el futuro!

Mirta Hernández