Pimientos, tomates, aguacates, piñas, vainilla, cacao y también cítricos, arroz, café y aceite de oliva, entre otros productos, han viajado de un lado al otro del Atlántico desde que llegaron los españoles a las Américas y propiciaron ese intercambio cultural que, hasta la fecha, no se ha detenido. 

Las costumbres, las tradiciones, las recetas, los secretos, las maneras de hacer...todo cruza desde el Viejo Continente hasta el Nuevo Continente y en sentido contrario, para conformar, al final, una gastronómica única, la iberoamericana, que crece, se renueva y se multiplica cada vez más. 

Esa, la llamada cocina de ida y vuelta, fue el tema central de las conferencias, paneles, showscookings, degustaciones y preparaciones culinarias colectivas que se realizaron en La Habana del 25 al 27 de septiembre en el mítico cabaret Tropicana durante el IX Seminario Gastronómico Internacional 2019, evento en el que también se propició el debate en torno a la Restauración 4S: Sostenible, Saludable, Solidaria y Satisfactoria. 

En coincidencia con el X Aniversario de la Academia Iberoamericana de Gastronomía y para celebrar el aniversario 500 de la fundación de la capital cubana, asistieron 300 participantes de Cuba, España, México, República Dominicana, Guatemala, Venezuela, Puerto Rico, entre otros países.

El Presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG), Rafael Ansón, dedicó alentadoras palabras: «Iberoamérica tiene quizás la oferta gastronómica global más importante del mundo, porque en este siglo XXI no se trata solo de grandes restaurantes o grandes chefs, es sobre todo materia prima, y América ofrece el resultado de una fusión que integra sus recursos propios y el conjunto de alientos y saberes traídos por portugueses y españoles a lo largo de los años. Por eso es única, y también de las más relevantes. Con ella nació una despensa indiscutible y la prueba es que hoy, de los diez primeros restaurantes del mundo, cinco son iberoamericanos, algo que antes hubiera sido impensado, y en lo que ha resultado esencial el trabajo de la Academia y de iniciativas como este Seminario». 

Tres jornadas intensas en la capital cubana permitieron el diálogo y el cruce de experiencias y motivaciones con personalidades renombradas del ámbito gastronómico como Julio Valles, Presidente de la Academia de Gastronomía de Castilla y León y del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cigales;  Antonella Ruggiero, directora general de la Academia Iberoamericana de Gastronomía; Jordi Guillém, dos veces subcampeón Mundial de heladería; Martin Eccius, de la Academia Mexicana de Gastronomía; Alfonso Marín, Secretario General de la Academia Iberoamericana de Gastronomía; Diego Panesso, chef ganador de 7 Premios La Barra; Cielito Rosado, chef corporativa de Le Diner en Blanc; Norma Estela Orozco, directora de la Escuela Mexicana de Confitería y Chocolatería; Lala Canella, directora de Marketing y Admisiones de GASMA (Gastronomy & Culinary Management Campus), calificada como la segunda mejor Universidad en el campo de la gastronomía en España; y otras figuras del ámbito en Cuba, quienes además abogaron por el nombramiento de la cocina cubana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. 

José Carlos de Santiago, presidente editor del Grupo Excelencias y vicepresidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía ha sido el promotor principal de eventos de este tipo para ratificar que «la gastronomía es, además, uno de los elementos fundamentales para lograr que el turismo, la salud, el bienestar y la solidaridad nos permita ser más felices».

Desde 2011, cuando esta iniciativa tuvo su primera edición en Puerto Vallarta-Riviera Nayarit (México), el Seminario Gastronómico Internacional ha favorecido la transmisión de conocimientos y experiencias de vida en torno a la riqueza y la tradición de la gastronomía cubana, marcada por sus raíces aborígenes, españolas, africanas, y también asiáticas. Ha potenciado las relaciones creativas entre los profesionales de las diferentes latitudes, convencidos de que una unión como la que promueve el evento es necesaria y fundamental. Asimismo, desde sus inicios ha apostado con valentía y seguridad por congregar a los sectores privado y estatal. 

Además de la fructífera, necesaria y enriquecedora interacción, el Seminario permitió «el intercambio de investigadores y profesores de las cocinas cervantinas y prehispánicas, sirvió de acicate a estudiantes de las universidades y escuelas de formación, y ha animado a los demás actores sociales a la creación de espacios complementarios,  otorgando más de 40 becas para asistir a nuestros seminarios gastronómicos Excelencias, brindando apoyo a la integración de la Cátedra Academia de Gastronomía Cubana, y hermanándola con las demás Academias de Iberoamérica y el Caribe».

«Conversemos alrededor de una buena mesa, como nos enseña nuestro maestro Rafael Ansón», asegura el Sr. De Santiago, quien además anunció que «vamos camino a la décima edición, en un año tan marcado como el 2020. Son diez años de amor, cariño, entrega. No es fácil, y el camino está lleno de inconvenientes, pero nada nos detiene. La gastronomía nos tiene que ayudar a todos a ser más afables. Con ello crecerá la hermandad alrededor de la cocina, al tiempo que nos ayudará a ser mejores seres humanos».