Excellences Magazines Web Site
A las raíces de La Habana en un jeep Suzuki

El origen de nuestra actual San Cristóbal de La Habana está en la vertiente suroccidental de la isla de Cuba, al oeste del río Mayabeque y a 8 km de la costa, en tierras del actual municipio Melena del Sur. Así, en el Escudo de Armas de la localidad, aparece esta frase en latín: HIC PRIMO HABANA CONDITA EST.

Pero el sitio exacto no se conoce por la falta de evidencias materiales que pudiese aportar una investigación arqueológica en la zona, baja y proclive a inundaciones debido a las frecuentes tormentas tropicales. Sin embargo, existe la certeza de que fue dentro del triángulo formado por tres puntos: el Batey La Riva, el ingenio La Teresa y el Batey Ojo de Agua. 

Se sabe, además, que estaba en la orilla oeste del río Onicagina, donde había también un asentamiento de indígenas siboneyes (cuyo nombre ha trascendido como Abana), súbditos del cacique Habaguanex, que acogió a tres náufragos españoles encontrados en la costa. Uno de ellos, García Mejía, contó a Diego Velázquez, Teniente Gobernador de la Isla Fernandina (Cuba) su aventura en la zona. 

Pero mucho antes, navegó por allí Cristóbal Colón en su segundo viaje (1494) y, según escribió en su diario, el 5 de julio pernoctó en la Playa Mayabeque actual, a la desembocadura del río Onicagina (como llamaban los nativos al ahora río Mayabeque). Allí abasteció sus naves de agua potable e hizo una descripción del paisaje.

Está claro que fue ahí, porque el Mayabeque es el único río de la costa sur de La Habana con aguas puras y cristalinas en su desembocadura, donde hay una playa, y en el que las palmas reales se acercan a la orilla del mar, tal y como Colón describió el paisaje a su alrededor ese día. 

Veintiun años después, en 1515, Diego Velázquez funda la villa de San Cristóbal de La Habana, la última de las siete primadas. También fue en julio, el día 25, al centro del triángulo antes descrito, cerca del río (navegable en aquel entonces), en un lugar conocido como “Cayo de la Ceiba”. Ahí, a la sombra del enorme árbol, se dio la primera misa, se efectuó el primer cabildo y se declaró fundada la villa. 

Este primer asentamiento tuvo su época dorada. En la villa se abastecían de agua, cebo, pieles, carne salada, tasajo, yuca y otros insumos, las naves que salían, por la costa sur, en misiones de conquista y colonización. Para eso contribuyeron dos factores: las tierras fértiles de la llanura y la mano de obra o fuerza de trabajo de los aborígenes locales. 

Desde esta villa partió Hernán Cortés para la conquista de México y otras expediciones se armaron hacia las islas de La Española, Jamaica y Puerto Rico; y nuevas a México, Veracruz y Yucatán, así como algunas para centro y sur de América. La villa de San Cristóbal de La Habana, en el sur, tenía buen tráfico y comercio.  

Pero las condiciones ambientales no le favorecían, era una zona propensa a inundaciones, de costa cenagosa, insalubre y castigada por las tormentas tropicales. Antes de cumplir los cuatro años de fundada, los vecinos empezaron a emigrar hacia la costa norte. Se asentaron en la desembocadura del río Casiguaguas (hoy Almendares), en su rivera este.

Sin embargo, relativamente cerca se encontraba una protegida bahía de bolsa, descubierta y nombrada por Sebastián de Ocampo, en 1508, como Carenas, ya que ahí se había detenido, durante el bojeo a la isla de Cuba, para carenar sus naves. 

Poco a poco los moradores se mudaron para la costa oeste de la bahía y comenzaron a llamar al asentamiento del río Casiguaguas, donde cada vez quedaban menos vecinos, “Pueblo Viejo”. Finalmente, el 16 de noviembre de 1519, se fundó la actual ciudad de San Cristóbal de La Habana. 

 

Suzuki Jimny

Fue el primer todo-terreno mini y el primer 4x4 de Suzuki. La historia del Jimny comienza en 1968 con un prototipo bajo de denominación de Lj10. Su concepto era novedoso: un mini-auto 4x4 que ruede por terrenos difíciles e ir a lugares donde los autos comunes no podían llegar, así se promocionaba.

La primera generación (1971-1980) del Lj10 venía con motor de 2 tiempos (360 cc), dos cilindros y 25 CV. Cinco años después, el Jimny Lj50 empezó a exportarse con un motor mayor (550 cc). Antes de 1980 ya se fabricaba fuera de Japón, en Pakistán. 

La segunda generación (1981-1998) se modificó para darle carácter más urbano, mayor polivalencia, sin perder cualidades de todo-terreno. Surgieron así el modelo SJ410 (Japón) y SJ413 (para exportar), con motor 4 T de 1300 cc, cambio manual de 5 velocidades y frenos delanteros de disco. 

Su proyección internacional fue exitosa: de las 10 000 unidades mensuales fabricadas en Japón, 7 000 se exportaban. En 1987, Jimny llegó al millón de unidades y se comercializó en 100 países. Se vendieron 1,69 millones. Salió la tercera generación (1998-2018). 

Si bien conservaba su esencia de 4x4, pequeño y ligero, ahora disponía de más espacio para los ocupantes y ofrecía mejor confort, estabilidad y maniobrabilidad en carretera. Pero a nivel estético perdió (a mi juicio) sus icónicos focos delanteros redondos, ahora eran cuadrados, y trajo una parrilla pequeña y redonda. 

En febrero de 2001, el Jimny llegó a 2 millones. En 2018, la cuarta entrega del Suzuki Jimny regresó a su estilo original. Sus formas cuadradas de hoy imprimen una onda retro, con los faros redondos y la parrilla plana con cinco entradas de aire verticales. 

Es más dinámico en carretera (pasa fácilmente de 100 km/h) y elevó sus capacidades off-road (probados en el fango y la arena del río Mayabeque). También es más corto (3 645 mm), con defensas más pequeñas que ayudan en los ángulos de entrada y salida. Creció en ancho (45 mm) y un poco en altura (5 mm). Su peso: 1 044 kg.

El motor de 1 500 cc, con 102 CV de potencia y par-motor de 130 Nm. Una palanca pequeña da la tracción en 2 (delantera) o en las 4 ruedas, según necesidad. Un vehículo excelente para estos safaris, de Rent a Car Vía, el cual tomamos en el punto de Ave. 1ra y calle B, Vedado, La Habana.

Willy Hierro Allen