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Los nuevos caminos de LA VID

LA INDUSTRIA VITIVINÍCOLA MUNDIAL CONTINÚA ADAPTÁNDOSE CADA DÍA A LOS CAMBIOS QUE LA NATURALEZA LE IMPONE

La industria del vino recorre tiempos difíciles. Sabemos todos que son temas de actualidad los rotundos cambios climáticos que afectan al planeta, de los cuales no ha escapado el hacer diario de la producción de esta bebida.
Para muchos ha significado notables golpes. Las fuertes heladas, lluvias de granizo, la pérdida de frutos por falta de madurez o pudrición por humedad excesiva son, entre otras, las causas que han provocado que los resultados de las vendimias hayan disminuido.  En el hemisferio Sur, por ejemplo, casi todas las viñas han tenido que adelantar las cosechas, desde el punto de vista de la maduración.
Aun así, los productores se especializan cada vez más en adaptarse a estos notables cambios. En el manejo de las dificultades el hombre se crece, y hay un trabajo muy reconocible de forma internacional en el rescate de las cepas y de los viñedos donde la naturaleza ofrece mejoras para la viticultura.
Ha sido práctica en los últimos tiempos el que los viticultores y el viñedo se muevan a las colinas, allí donde los climas son más templados. Está demostrado que viñedos en pendiente suelen facilitar el drenaje de las lluvias y la exposición al sol gradualmente.
También es ya una práctica que en climas muy templados, donde cada día hay más sol, se busque la altitud, como sucede en Argentina, con lo cual se obtienen temperaturas más frescas. Es por eso que el cultivo se realiza a niveles sobre el nivel del mar que ya alcanzan hasta los 3000 m.
La conducción de la planta es cada vez más importante. Gana en importancia todo el laboreo en el viñedo, o sea, que el trabajo del enólogo está cada vez más ligado al viticultor: desde que decide el porta injerto, la conducción de las varas, la cercanía o lejanía del suelo, temas de humedad y enfermedades fúngicas… hasta decidir incluso el cambio de una cepa por otra si la región donde se produce ha sufrido cambios climáticos notables.
Esta última consecuencia es cada vez más necesaria. Decidir cambiar la cepa es una alternativa inteligente si se trata de colocar una más resistente y valiosa, para obtener un mejor resultado de madurez y calidad.

Cepas más resistentes y valiosas
Resalta en la mayoría de los países productores el rescate de cepas que antes ni se mencionaban o simplemente se usaban para mezclas. Ejemplo de ello es el movimiento de cepas que fueron siempre autóctonas de un país y hoy se dan con muy buenos resultados en otro. El corrimiento del viñedo internacional a zonas inimaginables, es un hecho. Puedo decir que ya se disfrutan muchos de estos resultados en países del Nuevo Mundo que, aunque llegaron más tarde a esta industria, están saliéndose de lo tradicional y meramente clásico para enfrentar verdaderos retos de reconocimiento global.
Denotan los resultados con la Albariño gallega, y el Verdejo de Rueda. Se siente el resurgir de cepas como la Mencía, la País o Criolla que renace en Chile, como un vino natural y de excelente fruta roja; así como la Monastrell o Mouvedre, que es plantada para producir vinos varietales, alejándose de la tradición de corte que siempre tuvo. Llega la Syrah para quedarse en viñedos de costa y renacer con elegancia como una nueva expresión, o subir a la Cordillera para ofrecer vinos más estructurados y de cuerpo. Es rescatada la Cariñan y la Garnacha de las que nacen vinos propios y expresivos. Premian con muy buenos resultados los ya olvidados Riesling alemanes TBA, caros y muy longevos, que en su estilo dulce y licoroso son ahora más reconocidos en las listas.
La Pinot Noir de clima frío está de fiesta por los premios alcanzados en viñedos de Borgoña. Aunque se denotan pérdidas del fruto por climas extremos, las vendimias arrojan mejores calidades en pequeñas producciones. Aparece también en otros viñedos, por ejemplo en viñedos de costa, donde las masas del océano refrescan las parcelas, y sobrevive junto a la Riesling, por ejemplo, en el valle de Casablanca de Chile. Le favorece la lenta maduración dada por las frescas temperaturas que se producen por efecto del océano, y ofrece la esperada gama de estilo.
Resurge en la Patagonia, donde el viento y la gran amplitud térmica de los valles permite que madure lentamente y dé vinos de gran nivel, junto a la Semillon y la Merlot. Es Neuquén la sumatoria al valle argentino de una zona que ya forma parte de una nueva propuesta mundial.
La Riesling también asumió el riesgo. Sale de Alsacia y de Alemania y se renueva con estilo fresco de acidez alta, pero con una fruta madura que ofrece mucha juventud. Produce excelentes y apreciados vinos secos y muy aromáticos en algunos nuevos y particulares Terroirs como el valle chileno de Casablanca. Este valle costero ofrece las condiciones perfectas para que la cepa pueda desarrollar sus mejores virtudes: un clima fresco, que permite una lenta maduración de las uvas, y suelos muy aluviales donde sus raíces pueden profundizar.
Y qué decir de la Semillon, versátil y capaz, cepa blanca adepta a la podredumbre noble que da vinos dulces muy reconocidos. Comienza la ruta hacia el rescate en el valle del Maule chileno con viñedos de más de 50 años y conforma la oferta de nuevas etiquetas que están siendo premiadas en concursos y eventos de gran valía.
Bien sea buscando altitudes, zonas más templadas o de costa, cepas más versátiles y resistentes… lo cierto es que el momento actual impone a la industria del vino continuar por el camino del cambio y la evolución. Lo clásico y lo nuevo, lo tradicional y lo moderno se reconfiguran en la viticultura y enología contemporánea, para continuar llevando a las mesas el siempre bienvenido y venerado néctar.

 

 

New Roads of Vine
The wine industry is going through hard times. We all know about climate changes affecting the planet and this reality has an impact on the production of this drink.
Even so, producers are becoming specialists when it comes to adapting to these changes. Mankind comes into its own when faced with problems, and a remarkable work is being carried out at international level in a bid to rescue vines and vineyards where nature provides the best conditions for viniculture.

Sommelier Miriam Alfonso