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- Súbete a una fantasía de los años cincuenta.

NADA MÁS EXCITANTE QUE RECORRER LA CIUDAD EN UN AUTO CLÁSICO AMERICANO DE LOS AÑOS CINCUENTA. UNO DE LOS CITY TOUR MÁS DEMANDADOS DE LA AGENCIA EXCELENCIAS TRAVEL COMBINA LA CAMINATA POR LAS CALLES Y PLAZAS MÁS ANTIGUAS DE LA HABANA CON EL PASEO EN AUTO POR LAS ZONAS MÁS MODERNAS DE LA CIUDAD. LISTOS PARA VIVIR LA EMOCIÓN DE UNA ISLA MÁGICA. ¡ARRANCAMOS YA!

Con este recorrido de solo dos horas y medias podrás conocer, sin lugar a dudas, los lugares más emblemáticos de la ciudad. De seguro quedarán pendientes muchos otros, porque si algo tiene Cuba y su capital es encantar sin rimbombancias. Su gente, las historias escondidas detrás de cada paisaje, de cada piedra, son suficientes para quedar atrapado y regresar por más.
El paseo que te proponemos en este número de Excelencias Turísticas comienza en el hotel donde estás hospedado o en el crucero que ancló por unos pocos días en puerto habanero. El auto pasará por ti, tu pareja, familia o amigos para llevarlos hasta el corazón de la séptima villa fundada en Cuba, San Cristóbal de La Habana. Desde allí comenzará la caminata de una hora aproximadamente por las plazas y calles que conforman el centro histórico, declarado por la UNESCO, Patrimonio Mundial de La Humanidad.
Adentrándote en las calles de piedra notarás la influencia de la arquitectura española del siglo XVI, XVII y XVIII, de este último siglo data un estilo que dejó su huella en La Habana, como en ningún otro lugar del país, el barroco.
Las palomas dan la bienvenida a la plaza San Francisco de Asís, cerca de la Avenida del Puerto, que tomó el nombre por el establecimiento de la orden religiosa, que comenzó la construcción de su convento en 1575. Dicha construcción está en magnífico estado y funciona como un museo de arte sacro, con una espectacular sala de conciertos incluida. Justo en la puerta del Convento San Francisco de Asís te toparás con un personaje popular entre los cubanos, el Caballero de París. Solo que es una estatua erigida en honor a este anciano, que no estaba nada bien de la cabeza pero iba por las calles regalando flores y sonrisas a los transeúntes. Según la tradición, debes acariciarle la barbilla y estrecharle la mano a la estatua para que te de buena suerte.
En la Plaza Vieja, zona residencial de la plutocracia criolla en tiempos de la colonia, puedes degustar una cerveza artesanal con el acompañamiento de la más contagiosa música cubana. La cámara oscura es otro de sus atractivos. Un invento construido por primera vez por Leonardo Da Vinci, donde en un lente cóncavo gigante pueden observarse imágenes en tiempo real de varios metros a la redonda. Desde allí divisarás el edificio Bacardí, la escultura del dios Mercurio encima de la Lonja del Comercio, los barcos que atracan en la bahía e incluso, altos edificios del Vedado habanero.
A varios metros en dirección oeste está la Plaza de la Catedral, escenario de la Catedral de La Habana, y a un costado un lugar de obligada parada: la popular Bodeguita del Medio, donde se degustan los mojitos más ricos de toda la ciudad.
La Plaza de Armas (1519), cercana a la Plaza San Francisco de Asís, constituye el punto generatriz de la ciudad de La Habana. Su trazado evoca el de las plazas fortificadas de la Europa medieval. Aquí se encontraban las sedes de las autoridades civiles y militares en la época colonial.
Una hora después un auto clásico americano estará esperando para trasladarte a otros lugares más distantes, la primera parada es cerca, justo en el km 0 de la ciudad, en el Capitolio de La Habana, actualmente Monumento Nacional. Todo el que llega a la capital por primera vez tiene que tomarse una foto en su fachada. Es una de las obras más monumentales de Cuba, comparado con el que existe en Estados Unidos.
Su construcción demoró 37 meses, tiempo récord para una obra de esa envergadura, inaugurándose el 20 de mayo de 1929. El Capitolio fue sede de la Cámara de Representantes y del Senado de la República hasta 1958. Cuando concluya la impresionante restauración a la que se somete, será sede del Parlamento cubano.
Continúa el viaje por el Paseo del Prado, el malecón y la 5ta. Avenida o Avenida de las Américas, llegando a la barriada de Miramar, nos detenemos en el parque de la calle 24 para contemplar sus gigantescos árboles y la iglesia de Santa Rita. Ya de regreso el parque John Lennon en el Vedado es la próxima parada. La estatua del ex beatle custodia, desde un banco, el apacible entorno de amplias calles.
Muy cerca de allí se encuentra el Cementerio Colón, una de las 21 necrópolis existentes en La Habana y la más importante de Cuba, un sitio de obligada visita. Con más de 500 mausoleos y estatuas, el campo santo fue declarado Monumento Nacional en 1987. Abundan los obeliscos eclécticos, neogóticos y neorrománticos, aunque posee también capillas art Decó. Se calcula que existen aproximadamente unos 400 sitios con altos valores escultóricos y patrimoniales, desde los siempre bien vistos ángeles hasta antorchas invertidas, acompañadas de ramas de laurel y relojes de arena alados. Muchos no son solo historias de parejas o familias, sino también de personalidades, presidentes, sociedades de beneficencia e instituciones.
Proseguimos con una corta visita a la Plaza de la Revolución, sitio de importantes acontecimientos en la historia de Cuba después de 1959. Allí se encuentra el Complejo Escultórico Monumento al Héroe Nacional José Martí. Nos detenemos nuevamente en la escalinata de la Universidad de la Habana. El Alma Mater, en la cima de los 88 escalones, da la bienvenida al prestigioso centro de Altos Estudios.
La próxima parada será en las fortalezas del Castillo del Morro y San Carlos de la Cabaña, antiguas fortificaciones que custodian la entrada de la bahía. El tour finaliza con la visita a la colosal estatua del Cristo de la Habana. Para esculpirlo en mármol de Carrara, la autora no empleó ningún modelo de santo, sino que se inspiró en su ideal de belleza masculina: ojos oblicuos, labios pulpusos, en sintonía con el mestizaje racial que caracteriza a esta región. La escultura tiene una altura de 20 m sobre la base de tres metros; pero tomando en consideración la explanada sobre la colina donde está situada, se eleva a 51 m sobre el nivel del mar.
Que mejor final para un recorrido por La Habana que terminar con la ciudad a tus pies.

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Liz Laura George Farray