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Habanos nueva revelación
Con un excelente balance entre fortaleza, tiro, combustión y aroma, las inmejorables condiciones de almacenamiento propician que los Habanos Añejados adquieran una coloración final más acabada, hayan perdido más humedad, tengan tonos menos ácidos, un sabor más reposado y su combustión sea fácil y pareja, según los fumadores que los han podido apreciar. Los “Habanos añejados” o “Vintage” son aquellos que se conservan en perfectas condiciones de temperatura y humedad después de haber sido elaborados, hasta su degustación. Según los expertos, el paso del tiempo afecta al sabor y aroma del Habano en la misma forma que lo hace con los mejores vinos. La fecha inicial de este proceso es el sello con la fecha de producción marcada en el fondo de cada caja. El concepto de Habanos Añejados o Vintage no tiene que ver con el añejamiento previo de las hojas de tabaco, ni con cuándo fueron cosechadas. Algunos opinan que cinco años son suficientes para que los beneficios del añejamiento sean perceptibles, otros en cambio consideran que al menos diez años deben transcurrir. Este tiempo transcurrido tras la puesta en caja, aporta una fumada con un sabor más refinado y un aroma extremadamente complejo, siempre que las condiciones de temperatura y humedad sean perfectas. Recientemente Habanos S.A. ha presentado al mercado una serie de vitolas de “Habanos Añejados” o “Vintage”, que estarán disponibles en la red de franquicias La Casa de Habanos. Todas ellas han sido seleccionadas por un grupo de expertos técnicos de control de la calidad, quienes han revisado cada uno de estos Habanos en Cuba. Son fácilmente identificables porque visten una segunda anilla con el texto “Añejados” que los identifica y un sello “Revisado”, en el fondo de cada cajón que garantizan el perfecto proceso de añejamiento de los mismos. ¿Habanos Frescos o Añejados? La cultura de consumo de Habanos hoy es considerada como un reto para los productores de esta emblemática obra de agricultores, torcedores y comercializadores, ante las actuales legislaciones antitabaco vigentes por toda Europa y Norteamérica, mercados tradicionales del único producto cubano con Denominación de Origen. Una de las estrategias que sin lugar a dudas puede influir en esta situación, a mediano o largo plazo, es potenciar las ofertas y servicios profesionales en el llamado segundo canal de distribución ( Restauración Hotelera y Extrahotelera), además de que el mercado interno está urgido a plantearse un crecimiento de sus ventas, por la demanda ya ascendente. Cada día son más los turistas internacionales que llegan a Cuba con avidez de fumar con entera libertad las marcas Globales o de Nicho de Habanos (en sitios establecidos para fumadores), carentes de esa posibilidad en sus lugares de origen. De ahí la necesidad de que los sommelieres y profesionales del sector gastronómico brinden un servicio donde prevalezcan el conocimiento y el dominio convincente de una propuesta de Habanos acorde a las expectativas del cliente, conjugando con precisión los maridajes con espirituosos u otras bebidas. Una interrogante que debemos resolver es si el fumador prefiere Habanos recién elaborados o de algún añejamiento. La tendencia al consumo de Habanos añejados está muy de moda, pues a través del tiempo, con las adecuadas condiciones de conservación (temperatura 16˚—18˚grados y humedad 65—70 %), estos ganan en complejidad, suavidad, sabores y aromas más agradables, el nivel de nicotina y taninos disminuyen, y por ende sería un Habano más saludable y elegante. ETAPAS DE AÑEJAMIENTO Los Habanos podrían guardarse por un período de añejamiento que se refiere en las siguientes etapas: 1. Período de Pre Fermentación: entre 1 y 2 años. 2. Primera Fermentación: a) Para Habanos de Fortaleza Suave: entre 2 y 3 años en cajones semicorrientes. b) Para Habanos de Fortaleza Media: alrededor de 5 años en cajones semicorrientes. c) Para Habanos de Fortaleza Fuerte: entre 7 y 8 años en cajones semicorrientes. En esta etapa los Habanos tienden a elevar su nivel aromático. 3. Segunda Maduración: Resultado de la degradación del tanino y la interacción de sus productos finales con los sabores generados por la fermentación. No todos los Habanos pasan por el proceso de segunda maduración. Para poder llegar a la segunda madurez, el Habano debe tener sabor a madera y taninos suficientes para generar más sabores agradables. En este estadío es donde se logran Habanos clásicos y elegantes. 4. Tercera Maduración: Es el resultado de la acumulación de una fineza generada por reacciones químicas misteriosas entre congéneres y todo lo demás componentes de un Habano. A partir de 20 años de añejamiento es el momento en que aparecen los grandes bouquets en los Habanos, comparados con la fineza de un gran Burdeos o Borgoña añejados. De aquí parte el criterio de que, como mismo se conservan vinos en nuestras cavas para consumo en años posteriores, debemos empezar a seleccionar algunas cajas de Habanos, como por ejemplo las de Cohiba Maduro 5 (vitolas Secretos, Mágico y Genios) o los Cohiba Behike (vitolas BHK52, BHK54, BHK56), donde ya su materia prima fue añejada por un período aproximado de cinco años, para guardarlas con todo celo en los humidores y pasados cinco años posteriores a su elaboración, proponerlos como verdaderos tesoros de nuestra oferta e incluso adjudicarles un precio especial, proporcionando un mayor margen de rentabilidad muy beneficioso. Sin desdeñar los Habanos frescos, que también saben muy bien, la propuesta sería más amplia y abierta para complacer los más disímiles gustos de los clientes. Habanosommelier Juan Jesús Machín González