EXCELENCIAS LO INVITA A CONOCER LA HISTORIA DE EDWARD NICHOLLS, UN BRITÁNICO QUE HA VIAJADO A CUBA TRAS LOS PASOS DE SU CÉLEBRE ANTEPASADO
Edward Nicholls trabaja para un banco en Singapur, en el departamento de Adquisiciones. En 2014 viajó por primera vez a Cuba tras las huellas de su antepasado Domingo del Monte, una de las figuras más ilustres que tuvo la cultura cubana en el siglo XIX.
Aquella visita se convirtió en el impulso inicial de la experiencia que vive desde hace meses este británico en La Habana, luego de solicitar un año sabático a su jefe para escribir una novela en este rincón del Caribe. En un bar de La Habana Vieja, Excelencias conversó con quien es, desde entonces, un amante apasionado de la historia y la gente que definen a esta Isla.
¿Cuál es la trama del libro?
«Es la historia de una tribu africana esclavizada y enviada a esta isla en el siglo XIX. Trata de una familia que está separada y, a pesar de permanecer en un país con una cultura tan lejana a la de ellos, lucha por reencontrarse nuevamente. Aborda también la brutalidad de los despiadados dueños de las plantaciones.
«La cultura africana juega un papel importante en lo que es hoy este país, por eso quería que fuera el tema central del libro. Domingo del Monte era originalmente el personaje principal; sin embargo, a medida que profundizaba en el período, comprendí que había dos historias que se complementaban mutuamente».
¿Se mencionaba a Domingo del Monte a menudo en su hogar?
«Siempre supe que mi abuela era cubana, pero no descubrí nada más hasta que tuve 20 años. Recuerdo que estaba sentado a la mesa con mi papá cuando comenzamos a hablar sobre mi abuela. Mi padre dijo que una vez le había contado acerca de sus lazos familiares con un cubano famoso que había desempeñado un importante papel en la cultura de este país. Todo lo que tenía era un nombre: Domingo del Monte. A partir de ese momento, me encargué de conocerlo y de indagar acerca de su quehacer».
¿Cómo llega esa motivación para escribir esta novela en Cuba?
«En ese primer viaje aprendí mucho sobre la gente, la cultura, la historia del país, y tuve también algo más de información sobre los antepasados de mi familia. Nunca antes había escrito una novela, pero a medida que recorría la Isla, comenzó a formarse una trama en mi mente.
«Todos los días camino por las calles para sentir la historia de esta Isla y ver sus personajes cotidianos, y su increíble arquitectura y cultura. Es inspirador sentarse y escribir en las ciudades (La Habana y Trinidad), donde tiene lugar mi historia, e imaginar cómo era la vida hace 150 años. Me siento afortunado de tener esta oportunidad. Esto puede sonar como un cliché, pero encuentro inspiración en los cubanos con los que me encuentro a diario. Sabía que Domingo del Monte fue una personalidad importante, pero no sabía cuántos cubanos conocían su vida y obra.
«Me aseguré de tener el árbol genealógico en todo momento, porque cuando digo que estoy emparentado con Del Monte, la mayoría de la gente no me cree; pero cuando muestro el árbol genealógico me siento como si fuera de la realeza. Por otro lado, los esclavos africanos tuvieron un impacto importante en la cultura cubana de hoy día, así que cuando las personas me preguntan sobre mi libro, personas con herencia africana, siempre recibo más información y mucha más inspiración repentina para seguir adelante. Me emociona mi novela porque entusiasma a las personas a las que se las menciono. Eso es inspiración suficiente para que siga escribiendo».
¿Tiene algún ritual específico al momento de escribir?
«Bueno, esa es una buena pregunta. Hasta este momento no he tenido ninguno. He hecho varios cursos que hablan sobre cómo establecer personajes, tramas, situaciones, puntos de vista, etcétera. Pero, sobre todo, tengo la voz de mi hermana (una verdadera escritora) en mi cabeza diciéndome: "no lo hagas bien, simplemente escríbelo". Así que para el mes de agosto me tracé el objetivo de escribir mil palabras diarias, y hasta ahora he alcanzado mi objetivo (he escrito palabras buenas y malas). El empeño me ha permitido crear nuevos personajes, desechar otros y establecer un marco inesperado para la primera parte de mi libro. Sin distracciones laborales, pienso en personajes, escenas y conflictos mientras hago ejercicios, durante las clases de salsa e incluso en la playa.
En su opinión, ¿qué distingue este destino de otras naciones de América Latina y el Caribe?
«Esta es una pregunta difícil, porque cada cultura que he visitado en América Latina es diferente. Los cubanos tienen una identidad fuerte y son una nación llena de orgullo. No importa si has conocido a alguien durante cinco días o por cinco minutos; ellos te reciben con la misma calidez que le profesarían a un miembro de la familia. Son una cultura generosa, llena de gente que se complace en mostrarte el camino si estás perdido, y lo hacen sin esperar nada a cambio.
«Este país es también un lugar seguro para visitar, uno de los más seguros del mundo. Los turistas con los que he hablado dicen lo mismo. Todos se sienten tranquilos caminando por las calles, incluso a las 3 de la mañana. Entonces, este es mi consejo para los que aún no lo conocen: visita Cuba si puedes, y pasa más de cinco días aquí. No te decepcionará y, al final de la experiencia, querrás volver una y otra vez.
Redacción Excelencias
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