En el centro-sur de Cuba encanta la ciudad de Cienfuegos, con su fisonomía urbanística y arquitectónica integrada armónicamente a un entorno natural que privilegia la bahía de Jagua. Una ciudad que arriba a las conmemoraciones de su bicentenario con un legado histórico rico en trascendentales hechos, acontecimientos y personalidades, desde que el 22 de abril de 1819 fuera firmada el Acta de Fundación del asentamiento poblacional en la península de la Majagua, por un grupo de colonos blancos del continente europeo, predominantemente franceses de religión católica, encabezados por Luis De Clouet de Piettre, Teniente Coronel de los Reales Ejércitos de España, nacido en Nueva Orleans en el seno de una familia originaria de Burdeos.
Todo sucedía en un contexto político de evidente temor de las élites coloniales en Cuba a una sublevación de esclavos siguiendo el ejemplo de la Revolución de Haití, y a los planes del rey absolutista Fernando VII para convertir la Isla en plataforma militar para recuperar las ex colonias liberadas por los próceres independentistas latinoamericanos.
El apoyo estatal hispano favoreció el asentamiento de las familias blancas dedicadas a trabajar pequeñas fincas y construir sus casas en poblado que rebasaran los mil habitantes, incluidos alrededor de un tercio de esclavos africanos o criollos, cuando se le confiere el título de Villa de Cienfuegos en 1829. Personas procedentes de Francia, New Orleáns, la costa este de Estados Unidos, España y otros pueblos de Cuba convivían en la zona.
Entre 1835 y 1855 un inusitado «boom azucarero» traería la prosperidad al territorio y determinaría la creciente importancia de Cienfuegos en el devenir histórico cubano. En 1866 muelen 108 ingenios y la fuerza de trabajo empleada supera la cifra de diez mil esclavos, mil culíes chinos, medio centenar de yucatecos y más de quinientos asalariados, de los cuales un tercio eran negros libres. Esclavitud, azúcar y comercio atrajeron nuevos pobladores y cimentaron fortunas. El ferrocarril enlazaba a Cienfuegos con Villaclara y Sagua la Grande.
Cienfuegos, afincada en el triángulo azúcar-ferrocarril-puerto, a sus sesenta años de vida aparecía conectada con el mundo capitalista desarrollado y abierta a crecientes intercambios culturales, lo que propicia el diálogo entre la tradición y la modernidad en el cotidiano acontecer de la historia.
Son tiempos en que algunos hacendados criollos y profesionales en Cienfuegos comenzaron a impulsar las ideas independentistas basadas en los principios de igualdad jurídica, libertad política y confraternidad étnica. Pronto muchos asumen las ideas liberales antiesclavistas y conceptos acerca de la República. La Logia Gran Oriente de Cuba y las Antillas y Sociedad Filarmónica de Cienfuegos servirán de cobertura a las actividades conspirativas independentistas dirigidas por Juan Díaz de Villegas, Federico y Adolfo Fernández Cavada. El 6 de febrero de 1869 estos patriotas encabezan el alzamiento independentista de más de tres mil cienfuegueros. Casi todos los líderes morirían en el campo insurrecto donde transcurría el proceso de configuración de la nacionalidad cubana, asentado en principios democráticos de igualdad política y racial.
En los años ochenta discurre la implantación de los ingenios-centrales operados por obreros asalariados en la región cienfueguera. Son trece los centrales moliendo durante la zafra de 1888-1889. La fuerza de trabajo azucarera es multiétnica e incluye técnicos norteamericanos y europeos. Por entonces la población rebasaba los 85 500 habitantes al conferírsele el título de Ciudad y la tasa de crecimiento poblacional resultaba la más alta de Las Villas, tendencia que se mantiene hasta fines del siglo XIX. Son años de fusión e intercambio de lo hispano y lo francés con lo criollo, lo africano, lo europeo, lo norteamericano y lo chino, y se reafirmará el diálogo cultural que alimenta un sentimiento cosmopolita y libertario en el imaginario cienfueguero.
Pronto las prédicas revolucionarias de José Martí encuentran gran acogida en la región. En la conspiración independentista estarán los veteranos oficiales del 68: Rafael Cabrera López Silvero, José González Planas, Antonio Machado y Juan B. Castellanos, junto a la nueva generación de Alfredo Rego, Antonio Reguera y Juan López del Campillo, por solo citar algunos. Todos jugarán un rol esencial en los alzamientos del 1895 y la conformación de la Brigada de Cienfuegos del Ejército Libertador, muchos de cuyos integrantes acompañarían a Gómez y Maceo en la invasión a Occidente. En los campamentos insurrectos prevaleció la idea martiana «con todos y para el bien de todos», la cual borró las fronteras raciales y clasistas de la sociedad colonial dando otra perspectiva, dimensión y sabor al ajiaco, como lo calificó Fernando Ortiz, en que se iban configurando las ideas de la patria, la nacionalidad y la nación cubanas.
En la divisoria de los siglos XIX y XX la élite adinerada de Cienfuegos consolidó vínculos con los círculos de poder en España, Francia y Estados Unidos. Eso facilitó el dominio neocolonial del imperialismo norteamericano sobre Cuba, desde la instauración de la República en 1902. En esas circunstancias los veteranos independentistas devinieron paradigmas del nacionalismo patriótico y antiimperialista de los cienfuegueros. Esa actitud de principios quedó reafirmada durante la frustrada Revolución de 1933 y los eventos que condujeron a la nacionalista Constitución de 1940, donde destacaron líderes de la hondura intelectual de Carlos Rafael Rodríguez.
En Cienfuegos el poderoso sentimiento patriótico, rebelde y democrático alcanzaría nuevamente expresión pública cuando el 10 de marzo de 1952 el general Fulgencio Batista asaltó el poder constitucional con el respaldo del gobierno yankee. Transcurrido poco tiempo el movimiento popular cienfueguero contaría con organizaciones armadas clandestinas para enfrentar la tiranía. El M-26-6 de Fidel Castro sería la más importante y encabezaría el alzamiento popular de marinos y civiles de Cienfuegos el 5 de septiembre de 1957. La ciudad caería en manos del pueblo. Alrededor de medio centenar de cienfuegueros murieron luchando ese día. Luego de la masacre vendrían meses de intensa lucha guerrillera en el Escambray y la Sierra Maestra.
La libertad se alcanzaría el 1o. de enero de 1959 con la entrada victoriosa de las fuerzas rebeldes en la región. El líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, pronunciaría un memorable discurso a los cienfuegueros el 6 de enero en el Ayuntamiento Municipal, frente al parque Martí. Pronto el apoyo del pueblo a la Revolución quedaría evidenciado en el aplastamiento de la invasión mercenaria por Playa Girón y en el enfrentamiento a las bandas armadas contrarrevolucionarias en los llanos y montañas de la región sureña. No menos importante sería la participación en las profundas transformaciones de la provincia.
La obra construida por los cienfuegueros en Revolución transformó la imagen del territorio y la pujanza económica caracterizó la vida cotidiana de los 130 000 habitantes de la ciudad. Con el andar de los años el tejido urbano se expandió más allá del río Inglés, siguiendo el trazado de una moderna doble vía que entroncaba con el Prado y en su entorno se erigieron, hacia la parte suroccidental, la zona industrial de O’burke con sus emblemáticos centros laborales de enorme trascendencia: la Termoeléctrica Carlos M. de Céspedes, la Terminal de Azúcar a Granel, la Refinería de Petróleo, el Molino de Trigo y el Puerto Pesquero; varios centros educacionales, incluida la Universidad de Cienfuegos y el barrio residencial de Pastorita. Por su parte, al este de la mencionada doble vía, en el terreno que se extendía hacia la costa de la Bahía se construyeron algunas fábricas, el Hotel Punta Las Cuevas, los edificios de los barrios de Pueblo Griffo, Los Pilotos y Junco Sur. Este último, limítrofe con el área de expansión urbana en que se levantaron las edificaciones de la Escuela Pedagógica Conrado Benítez, el Estadio 5 de septiembre, el Hospital Provincial Gustavo Alderguía, el Banco de Sangre, el Politécnico de la Salud y el Telecentro Perlavisión.
En ese contexto transformador la ciudad se convirtió en espacio de la cultura, donde se hacían visibles los cambios políticos, demográficos y sociales experimentados. Una adecuada política en la esfera de la educación y la cultura favoreció el desarrollo del talento artístico y literario con una reconocida proyección nacional e internacional y la conformación de un pujante movimiento intelectual en diversos campos científicos. En poco tiempo Cienfuegos dispuso por primera vez de una Casa de Cultura, una Escuela de Arte, tres museos, dos galerías de arte, cuatro grupos de teatro, dos editoras, un Grupo Folklórico, dos coros y una Agrupación de Música de Concierto, por solo citar algunas instituciones culturales. Nada denota mejor lo alcanzado por el pueblo en la ciudad que el trabajo mancomunado desplegado en su centro histórico urbano, catalogado de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Sin dudas, Cienfuegos encanta porque ha sabido armonizar la laboriosidad, rebeldía y empuje creativo de su pueblo con un paisaje natural en que confluyen el llano, la montaña y el mar; porque sus pobladores han vivido y protagonizado los flujos y reflujos de la historia patria en los últimos doscientos años.
SIGNIFICATIVOS INSTANTES DE UNA HISTORIA
- El 22 de abril de 1819 fue firmada el Acta de Fundación del asentamiento poblacional en la península de la Majagua, por un grupo de colonos blancos del continente europeo, encabezados por Luis De Clouet de Piettre.
- En 1829 se le confiere el título de Villa de Cienfuegos
- Entre 1835 y 1855 un inusitado «boom azucarero» traería la prosperidad al territorio y determinaría la creciente importancia de Cienfuegos en el devenir histórico cubano.
- En 1866 muelen 108 ingenios y la fuerza de trabajo empleada supera la cifra de diez mil esclavos, mil culíes chinos, medio centenar de yucatecos y más de quinientos asalariados, de los cuales un tercio eran negros libres.
- El 6 de febrero de 1869 los patriotas Juan Díaz de Villegas, Federico y Adolfo Fernández Cavada, encabezarían el alzamiento independentista de más de tres mil cienfuegueros. Casi todos los líderes morirían en el campo insurrecto donde transcurría el proceso de configuración de la nacionalidad cubana, asentado en principios democráticos de igualdad política y racial.
- En los años ochenta del siglo XIX discurre la implantación de los ingenios- centrales operados por obreros asalariados en la región cienfueguera. Son trece los centrales moliendo durante la zafra de 1888-1889.
- Ilustres cienfuegueros jugarán un rol esencial en los alzamientos de 1895 y la conformación de la Brigada de Cienfuegos del Ejército Libertador, muchos de cuyos integrantes acompañarían a Gómez y Maceo en la invasión a Occidente
- En la divisoria de los siglos XIX y XX la élite adinerada del territorio consolidó vínculos con los círculos de poder en España, Francia y Estados Unidos. Eso facilitó el dominio neocolonial del imperialismo norteamericano sobre Cuba, desde la instauración de la República en 1902.
- El 5 de septiembre de 1957 se produce el alzamiento popular de marinos y civiles de Cienfuegos, una de las más importantes acciones llevadas a cabo para enfrentar la tiranía. La ciudad caería en manos del pueblo. Alrededor de medio centenar de cienfuegueros murieron luchando ese día.
- La libertad se alcanzaría el 1o. de enero de 1959 con la entrada victoriosa de las fuerzas rebeldes en la región. El líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, pronunciaría un memorable discurso a los cienfuegueros el 6 de enero en el Ayuntamiento Municipal, frente al parque Martí.
- La obra construida por los cienfuegueros en Revolución transformó la imagen del territorio y la pujanza económica caracterizó la vida cotidiana.
Orlando García Martínez, Presidente de la UNEAC en Cienfuegos
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