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- Bajo la piel de Cuba.

EN MEDIO DEL JOLGORIO DE LA EDICIÓN DEL FESTIVAL DEL CARIBE DE 1997 NACIÓ, CON LA BENDICIÓN DEL GRAN JOEL JAMES, EL GRUPO EXCELENCIAS, HACE 20 AÑOS

Bautizado por el fuego y con las aguas puras y azulísimas del Mar Caribe, vigilado por los espíritus bienhechores que mantienen firme la cultura popular tradicional,  nació hace 20 años el Grupo Excelencias, en medio del jolgorio del mismo Festival del Caribe en que quedó develado el monumento a la Rebeldía esclava, obra escultórica del artista Alberto Lescay Merencio que, como idea de Joel James, director fundador de la Casa del Caribe y de estas citas, marcó en Cuba la Ruta del Esclavo.
Orlando Vergés lo recuerda como si todo eso estuviera ocurriendo en estos instantes. Es que sucedió justo en el año en que también andaba cumpliendo sus 15 la Casa del Caribe que él hoy tan sabiamente dirige, al igual que la intensa Fiesta del Fuego, cuya 37 edición rompe con la llegada de julio. «Joel era un tipo intuitivo con todo. Por su probada formación académica, pudo reaccionar inmediatamente a la propuesta de José Carlos de Santiago, presidente del Grupo Excelencias.
«Desde el principio, Joel James intuyó el enfoque serio y el respeto por la cultura cubana que siempre han distinguido el quehacer del Grupo Excelencias. Yo estaba reciente en la Casa del Caribe cuando nos visitaron la primera vez, y me tocó recepcionar la propuesta y disponerlo todo para llevar a feliz término aquel acto inaugural que tuvo lugar en Tropicana.
«La gran realidad es que desde entonces el Grupo Excelencias ha mantenido una actitud invariable en relación con la Casa y el Festival, lo cual es motivo de orgullo para nosotros. Hemos fomentado una relación limpia y desinteresada. No deseamos hacernos los interesantes ni mucho menos, pero se percibe que Excelencias nos busca y nos procura. Cada vez emprendemos proyectos más orgánicos e intencionados, acciones que denotan un ejercicio cabal de la profesionalidad de este Grupo. José Carlos, su presidente, ha sido fundamental para este vínculo enriquecedor. Ha sido un tipo meticuloso: desde su percepción de lo que significa el Festival, pasando por su admiración y deslumbramiento por Santiago, hasta seleccionando especialistas y temáticas de interés.
«Una muestra irrefutable de lo que digo se puede hallar en el trabajo conjunto que realizamos cuando las actividades por los 500 años de la fundación de la Villa. Fueron días intensos, pero que dejaron magníficos resultados para todos: para el Grupo, la Casa del Caribe y para Santiago de Cuba. Excelencias es un proyecto sólido que apuesta por Cuba. Su equipo y su jefe se han metido profundo bajo la piel del santiaguero común», asegura Vergés.
En cuanto a la gran significación que ha tenido el Festival para Cuba y la región, Vergés enfatiza: «Han sido muchos los aspectos en los que este magno evento ha trascendido para la cultura cubana y caribeña. Primeramente habría que destacar que con él se reinició en la Isla una circulación cultural ampliada y consciente de las expresiones de lo popular tradicional –el único precedente hasta entonces venía produciéndose de manera natural dentro de los límites prefijados por las diferentes prácticas y saberes. Con el Festival en los inicios y con la Casa del Caribe después, esta circulación y encuentros de portadores de disímiles procedencia se institucionalizaron, es decir, se sostuvieron sobre bases pensadas desde la política y práctica culturales que la Revolucion deseaba para estas expresiones. Ninguna institución había hecho algo semejante, al menos a escala nacional.
«De este modo, expresiones similares o no tan similares y de zonas geográficamente distantes unas de otras, comenzaron a encontrarse en un mismo escenario y a intercambiar saberes y prácticas en los marcos del sistema institucional cubano y eso le fue otorgando visibilidad dentro de la cultura nacional. Sabemos que esto aún acontece, aunque no tengamos un registro exacto de la profundidad y los alcances de los préstamos culturales que han tenido lugar.
«El Festival, a partir de su carácter internacional, mostró inmediatamente las potencialidades de la cultura como eje de la solidaridad y de ahí su importancia política. Joel, guiado por la experiencia, afirmaba con frecuencia que lo que no era posible alcanzar por medios políticos, se podía intentar desde la cultura. El Festival ha motivado no pocas acciones diplomáticas de gran significación para nuestro país y para la región».

–¿Qué propone la Fiesta del Fuego en la presente edición?
–Ante todo, constancia. Ya es la 37a. edición ininterrumpida en las condiciones que ha vivido Cuba en estos años. Se pudiera pensar que es por un propósito de Casa del Caribe, pero no es tan así, no. El Festival nos sobrepasa. La onda expansiva de sus efectos toca a mucha gente y a muchas instituciones.
«En esta edición provocaremos un diálogo especializado, múltiple y novedoso en torno a la identidad cultural y la caribeñidad, puesto que el Caribe cambia incesantemente. El Coloquio El Caribe que nos une organizará paneles con ese giro temático, al tiempo que haremos un balance necesario de los aportes de la Casa y el Festival para Cuba y para el Caribe.
«La celebración por el aniversario cerrado del Monumento a la Rebeldía Esclava será, como es habitual, el mismo día 7 de julio, recordando la inauguración de 1997, en el cerro coronado con la escultura de Alberto Lescay, junto a la Ceiba plantada también hace 20 años.
«El Festival se le dedica este año a la isla de Bonaire, situada cerca de las costas de Venezuela. Por su condición de antigua colonia de Holanda, ha funcionado como una cortina de humo que ha impedido ver las peculiaridades de su cultura criolla y su derecho natural de pertenencia al Caribe. Bonaire, que anuncia la mayor delegación de los países participantes (más de 300), ha visto en esta invitación una oportunidad excepcional de mostrarse por sí misma fuera de sus fronteras.
«Tendremos una programación diversa a juzgar por la manera como están compuestas las delegaciones de más de 21 países que nos visitan. No me caben dudas: habrá para todas las expectativas e intereses».

José Luis Estrada Betancourt