Un inmueble de lujo, un enclave sofisticado que garantizaba el disfrute de la high life cubana, un espacio colmado con más comodidades y atenciones de las que se podría soñar, un verdadero puntal turístico y… una estrella entre hoteles.
No fue casualidad que se le diera el nombre de hotel Comodoro: por el grado de Comodoro o Capitán de Navío, que es aquel que en Inglaterra y otros países comanda una división de más de tres buques.
Y es que el Comodoro abrió sus puertas el 22 de noviembre de 1952 para encabezar el listado de los mejores hoteles habaneros. Sus arquitectos Mira y Rosich lo concibieron como un exclusivo Hotel Club para socios adinerados, que contaba incluso con un casino de juegos de suerte y azar en el área del salón Rosado y el Aquarium.
Desde su inauguración, los huéspedes fueron millonarios norteamericanos proclives a los juegos, para lo cual existían las condiciones óptimas en el hotel.
El Casino era muy exclusivo, y los que podían entrar eran incentivados por la casa con alguna bebida o comida gratuita ocasionalmente.
Otro método utilizado para atraer a la high life cubana, consistía en dejar una vez al año que una de las señoras de ministros o empresarios ganara el Gran Premio de cinco mil pesos, para así promocionar la llegada de un mayor número de clientes interesados en hospedarse en las instalaciones.
Entre las características que siempre han sido imagen del Comodoro, destacan el lujo, confort, ubicación y la calidad de los servicios. Por ello ha recibido visitantes ilustres como el ex rey de Inglaterra y su esposa, Eduardo VIII de Gales; el duque de Windsor, la famosa cantante Libertad Lamarque y los conocidos actores y actrices Marilyn Monroe, Silvia Pinal, María Félix, Errol Flynn y Arturo de Córdova.
Muchos trabajadores de la instalación colaboraron y participaron en la lucha clandestina dentro del Movimiento 26 de Julio. El hotel acogió dentro y fuera de sus áreas, el 1ro. de enero de 1959, a combatientes del Ejército Rebelde.
Luego del triunfo de la Revolución, se fundó en el inmueble una escuela de Instructores de Arte que funcionó allí hasta 1963. Después de esta fecha se convirtió en la secundaria «Adolfo López Mateo» para la pesca, y en 1973 se adaptaron sus instalaciones para la oficina y sede del Comité Central del Partido.
El 3 de septiembre de 1979 fue inaugurado como el hotel Central de las FAR para recibir a las delegaciones de la VI Cumbre de los Países No Alineados. Al abrir sus puertas, contaba con una capacidad de alojamiento de 81 habitaciones dobles normales, cuatro habitaciones con camas cameras, cuatro habitaciones especiales, 20 habitaciones triples y 15 suites, todas con aire acondicionado, teléfono y radio.
Luego del incremento en el país del turismo internacional a finales de la década del 70, el gobierno cubano decide pasar la administración del hotel a la Empresa Turhoteles y posteriormente al organismo Cubalse.
A mediados del año 1987 se realiza otro cambio en su ordenación, esta vez para la recién creada Corporación Cubanacán S.A.: este fue su primer hotel en Ciudad de La Habana. Ya en 1988 comenzó la remodelación y ampliación del Complejo Hotelero Comodoro & Bungalow, que todos conocemos hoy.
El hotel que sigue haciendo historia
Hoy es un inmueble que compite por su puesto entre los mejores de Cuba, un símbolo habanero de diseño y confort, un hotel que destaca por el trato que brinda a todos aquellos que acceden a sus instalaciones.
El Grand Resort Comodoro alcanza sus 67 años totalmente revitalizado, y con nuevos planes para garantizar una mejor atención y especiales servicios a sus clientes.
«Un ambiente tranquilo y habitaciones confortables», «una excelente playa para disfrutar del estilo caribeño», «buen servicio», «ofertas gastronómicas variadas»... Estos son algunos de los comentarios de aquellos que han disfrutado de la estancia en sus instalaciones.
Y es que «caminar por un hotel es estar pendiente de todo proceso vinculado al bienestar del cliente», asegura Omar Milián Torres, Gerente General del Hotel Cubanacán Comodoro, quien explica que el inmueble está inmerso en un proceso de restauración en saludo a su aniversario 70, para mejorar cada vez más la oferta de todos sus servicios.
Actualmente tiene 467 habitaciones y está dividido en tres partes. El edificio central es el hotel convencional que se construyó en 1952 y cuenta con 124 habitaciones, un Business Center con varios salones y oficinas de negocios.
Los clientes del Comodoro destacan siempre su ambiente relajado y romántico con preciosas vistas al mar, pues es el único hotel de La Habana que tiene playa. Para garantizar ese ambiente caribeño y tropical, posee también un Snack Bar en la playa y un bloque habitacional de bungalows, Alborada, cuyos balcones en la planta baja van hacia las piscinas, que se unen en un especial diseño en forma de lago. Y para mayor satisfacción, se remodela ahora el spa, que cuenta con dos saunas, un gimnasio, cabinas de masajes faciales y corporales, y jacuzzi.
Una categoría que también destaca en el hotel es la oferta gastronómica, algo que, según explica el Gerente General, desean mejorar. Y para ello la instalación cuenta con varios restaurantes, como uno especializado en comida italiana llamado la Piazza de Roma, de comida gourmet, otro de carne y un restaurante buffet, La Cascada, todos en proceso de restauración no solo de la infraestructura, sino también de la oferta y los servicios.
Según Milián, los restaurantes gourmets del Hotel seguirán las nuevas líneas en cuanto a satisfacer los gustos de los clientes, y para ello incluyen platillos vegetarianos, alimentos más nutritivos y menos dañinos a la salud. Además, el Comodoro amplía su recetario propio, se propone rescatar la cocina tradicional cubana, y también se realizan estudios para lograr el maridaje de bebidas y platillos.
En relación con las nuevas tendencias del ámbito gastronómico a nivel mundial, el sótano del hotel se reestructurará para crear una cava que permita potenciar el consumo de vinos de todas las nacionalidades, vinculados a los menús de los restaurantes.
«Incluso, pensamos hacer un Festival Internacional Gastronómico en el hotel el próximo año, para celebrar el proceso de remodelación de la cocina central», indica.
Todo este proceso de remodelación no solo es constructivo, sino que el hotel está inmerso en un programa de capacitación de sus trabajadores para que logren un mejor desempeño en la atención al cliente.
También se impulsa la tecnología mediante la automatización de sistemas, para dar más confort a las habitaciones. Por ejemplo, se ha conformado la iluminación con tecnología LED en ellas, con el propósito de otorgar una sensación tenue de reposo.
Milián resalta, como una particularidad única del inmueble, la Escuela Internacional de Turismo que se encuentra en sus instalaciones. «Esa es una fortaleza, pues permite vincular a los estudiantes desde que comienzan la escuela», y afirma que así «ellos logran aprender a caminar por un hotel, pendientes todo el tiempo de la satisfacción del cliente».
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